Al extremo. River juega al extremo. A menos de una semana del cierre del libre de pases, el jueves 25 a las 20 horas, en Núñez se están moviendo. Con absoluta discreción y reserva, pero se mueven. Y aunque por estas horas el objetivo prioritario de Martín Demichelis y los dirigentes sea conseguir al delantero por afuera que reemplace la dolorosa baja del Pity Martínez, como admitió el propio Jorge Brito en Dallas, la exploración de un mercado complejo no se agota solo en esa dirección.
Pero conviene ir por partes. Aunque las palabras que pronunció el presidente unos minutos antes del amistoso con Rayados admitiendo que Jaminton Campaz «está en la consideración de Demichelis» y aclarando que la llegada del colombiano de 23 años se podría dar «si se alinean los intereses de todas las partes» pudieron haber sido leídas como el puntapié para salir a la carga por el Bicho, nadie en el mundo millonario osó con abandonar la prudencia. Por la complejidad de una negociación que involucra a dos clubes (Gremio y Central) y por la chance concreta de un arreglo contractual con el Canalla que este jueves a la noche, nuevamente, en Rosario daban por hecho.
Si las averiguaciones y los movimientos se hacen buscando la mayor confidencialidad, es porque en Núñez no desean asumir otro traspié luego de los reveses en las negociaciones/sondeos por Borré, Alario y el Flaco López. En esa línea, las charlas con Liverpool uruguayo para tantear la opción de compartir la propiedad de Luciano Rodríguez, una juvenil apuesta de 20 años a la que también está merodeando el Feyenoord, van a ser asumidas únicamente en el caso de que las partes sellen un acuerdo.
¿Puede irse Borja?
El tiempo corre, y tanto Brito como Demichelis y Matías Patanian, quienes monitorean el panorama desde el frío ártico que azota a la ciudad del sudoeste estadounidense, lo saben. Aunque existe una manera de que River tenga más tiempo para negociar: que venda a un futbolista en breve. En ese caso, tendría una semana más para gestionar, hasta el jueves 1° de febrero.
Y en el bunker riverplatense todos tienen claro que la posibilidad de la salida de Miguel Ángel Borja sigue latente. Porque él no está convencido de continuar en el CARP y porque, es política del club, no van a obligar a nadie a quedarse. Por lo tanto, si el Austin mejora la primera oferta (u$s 3,5 millones por el 80% del pase), tal vez el entrenador deba arreglarse con Colidio y Ruberto en la primera parte del año.
O que tal vez, en una acción relámpago, los dirigentes impacten con la incorporación de el centrodelantero que les depare el mercado. ¿Acaso deban satisfacer las pretensiones de Micho con un Matías Arezo que apenas jugó 32 minutos desde que volvió al Granada?
El volante central está cubierto, pero…
Y aunque el discurso unificado dentro del campamento millonario sea que con Matías Kranevitter, Nicolás Fonseca y Rodrigo Aliendro el puesto de volante central está cubierto, en Córdoba aseguran que en los últimos días recibieron un llamado de la cúpula del CARP consultando por Rodrigo Villagra, el volante central de 22 años que, por el conflicto que mantiene con la CD de Talleres, no se pondrá más la camiseta blanquiazul.
¿Eso quiere decir que este mediocentro, que fue uno de los mejores en su puesto en la temporada, estuvo a detalles de incorporarse a Rayados y -como frutilla del postre- es hincha de River pueda convertirse en refuerzo? Sólo si en Núñez deciden acelerar y poner el dinero que Andrés Fassi pide: u$s 5 millones.
Pero antes que en esa, el foco está puesto en otra posición. Porque River, está dicho, juega al extremo.