En un estudio de la revista Journal of Clinical Gastroenterology, de marzo del 2021, se apunta que el 44% de un grupo de personas con ansiedad o depresión reportó problemas para evacuar. El estrés por la pandemia por el covid-19 fue una de las principales razones.
Le siguen la falta de movimiento, la ausencia de alimentos ricos en fibra y la limitada ingesta de agua, apunta la nutricionista Darlene Melendres.
Antes de la emergencia sanitaria, muchas personas cumplía una rutina diaria -caminaban para ir al trabajo o iban al gimnasio– y eso, definitivamente, ayudaba a reducir los problemas de estreñimiento.
Tras la llegada del nuevo coronavirus, los hábitos alimenticios también cambiaron. Mucha gente optó por la comida a domicilio y descuidó la ingesta de frutas y vegetales.
Fresas, arándanos, brócoli, lechuga, manzanas y más alimentos similares son ricos en fibra, elemento aliado del sistema digestivo. Su ausencia puede derivar primero en estreñimiento agudo y después, en un problema crónico. Es agudo cuando una persona realiza menos de tres deposiciones a la semana. Lo óptimo son tres veces al día.
Sara Rivera, asesora de nutrición de Herbalife, añade que la gente que sufre de estreñimiento expulsa heces secas y demasiado duras, o realiza demasiado esfuerzo cuando está en el baño, generando complicaciones anales como hemorroides o fisuras que podrían generar mucho dolor. Esas personas también experimentan una sensación de haber evacuado a medias.
“Por eso, es fundamental corregir hábitos a tiempo”, menciona Rivera, y para recordar esa importancia, precisamente, este viernes 29 de mayo se celebrará el Día Mundial de la Salud Digestiva. La ausencia de deposiciones genera distensión abdominal, fatiga, dolor de cabeza.
Hay hombres y mujeres que incluso registran un aumento de peso y un deterioro de la microbiota intestinal.
Cuando esta última se altera, compromete al sistema inmunológico. En el intestino, afirma Melendres, se aloja el 80% de las células que forman parte de ese sistema. La mala absorción de nutrientes, por ejemplo, desencadena una serie de enfermedades.
Para corregir el estreñimiento es necesario modificar o retomar hábitos. La ingesta de entre 1,5 y 2 litros de agua al día es necesaria para facilitar la evacuación. Cuando las personas consumen mucha fibra y olvidan tomar líquidos pueden experimentar obstrucción intestinal. Como en todo, la clave está en el equilibrio.
Rivera recuerda que la fibra también abunda en los cereales integrales y en las leguminosas como la lenteja, chochos y garbanzos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de entre 20 y 25 gramos de esa sustancia alimentaria en la dieta diaria.
Sobre los laxantes, las especialistas coinciden en que se trata de un recurso para ser tomado en cuenta en alguna emergencia, pues el propósito es tratar el problema de raíz. Las personas recurren a esos cuando salen de viaje y alteran su dieta por un par de días.
Cuando la molestia supera los tres meses se habla de un estreñimiento crónico, según las especialistas, y en ese momento es necesario visitar a un gastroenterólogo.
De acuerdo con los exámenes, el experto trabajará con un equipo multidisciplinario, en el que está el nutricionista, para recuperar su salud digestiva.