La temporada cerrará el telón con un sabor amargo para el Espanyol femenino. El descenso se ha consumido a dos jornadas de acabar la Primera Iberdrola para constatar que el proyecto perico necesita con urgencia renovarse en el sentido amplio y largo de la palabra.
Ya en la pasada campaña, las pericas esquivaron el descenso de puro milagro gracias a la decisión drástica de la RFEF de no hacer efectivos los descensos a causa de la pandemia del covid-19. Tras el ‘susto’ mayúsculo parecía que la nave perica había tomado seria nota de los errores cometidos a fin de aprender la lección. Nada más lejos de la realidad. La presente temporada ha sido igual o peor que la anterior y el fantasma del descenso ha acechado hasta cobrar vida.
Las de Rubén Casado deberán ahora emplearse muy a fondo en el Reto Iberdrola para retomar el vuelo y regresar a la elite. Nunca en su medio siglo de historia -precisamente este año se ha celebrado el 50 aniversario de la sección-, el Espanyol, que fue fundador de la Liga Femenina, había bajado de categoría. El club ya trabaja para renovarse y reconducir la situación.
El presupuesto esta campaña ha sido de 600.000 euros
El caso es que, tal como informa el diario ‘La Grada’, el descenso se produce paradójicamente cuando más dinero ha invertido el club en la sección: nada menos que 600.000 euros, el presupuesto más alto de su historia y bastante por encima de la media de equipos, a fin de aspirar a acabar entre los ocho primeros y jugar la Copa de la Reina.
Esta cifra se desprende de los sueldos de las jugadoras, del primer y segundo entrenador y del preparador físico, a la que habría que añadir los gastos de desplazamientos y arbitrajes, entre otros.
La coordinadora del Femenino, Raquel Cabezón, pedía disculpas destacando que el club siempre apoyó a la sección y prometía volver a la máxima categoría cuanto antes.“Quiero pedir disculpas a toda la afición como máxima responsable de la sección”, señalaba Raquel en rueda de prensa, acompañada por el entrenador, Rubén Casado, y el consejero Mao Ye Wu. “El proyecto no te da tiempo a llevarlo a cabo en una sola temporada. Los recursos han sido los que han sido, los hemos explotado al máximo. El rendimiento no ha dado. No hemos llegado al objetivo, pero solo nos queda trabajar para que el equipo esté el año que viene de nuevo en la máxima categoría”, prometía.
Más triste aún fue el escrito que la delantera y referente del RCD Espanyol, Anair Lomba, más conocida como Lombi, publicaba en sus redes sociales: “Me gustaría ser capaz de explicar lo que se siente cuando desciendes algo tan tuyo, pero no soy capaz. No sé cómo hacerlo, soy un mar de lágrimas… No sé cómo ni cuándo, pero sé que el club volverá a Primera, porque va en nuestro ADN el caerse y levantarse. Lo siento. No me lo voy a perdonar en la vida”.