¿Cuántos río-Delaware-Gallardo hubo en todo este tiempo? En siete años, los futbolistas ya se mezclan en el recuerdo con tantas reinvenciones que hizo el Muñeco. Pero dentro de mucho tiempo, cuando se mire el ciclo en retrospectiva y con los ojos entrecerrados, probablemente habrá uno solo en la charla de café. Un equipo con jugadores que tal vez ni siquiera hayan compartido un 11, pero así funciona a veces la memoria colectiva. Viejo se anticipó a ese momento: en una encuesta con hasta 32 mil votos por ítem, los hinchas armaron el equipo ideal de esta era. Y no habrá sido nada fácil elegir …
Como suele ocurrir en este tipo de encuestas, muchas veces la imagen reciente es la que más atrae. Incluso hay generaciones, las más chicas, que vieron al primer River de MG, el campeón de la Sudamericana, siendo niños y que hoy, siete años después, son adolescentes o jóvenes adultos. Aunque un dato sorprende: entre los 11, sólo hay seis héroes de Madrid.
Aunque no es lo único llamativo que se desprende de la elección. Probablemente lo más polémico sea que entre los titulares no está Ponzio: si imagináramos una encuesta inmediatamente posterior al 9/12 no hubiera habido dudas de que el León sería el cinco del equipo. Pero la irrupción a partir del ST de la final eterna de Enzo Pérez en esa posición, con la que se quedó definitivamente en los últimos años, y el salto de calidad que eso implicó, terminan bajando al capitán a un segundo lugar que no se corresponde con el reconocimiento que tendrá para siempre.
Y es que Enzo es Enzo: para muchos ya a la altura de los más grandes, referente como hincha y hasta arquero, el mendocino es el jugador favorito de la gente. Y no por nada ganó las dos ternas que integró: la de 5 y la de volante derecho, en la que superó a Sánchez, Palacios y un Nacho Fernández que igual robó en la votación por la banda izquierda y que sin dudas es otro de los futbolistas que marcaron una era.
En el arco estuvo la elección más reñida: Armani le sacó una luz de ventaja a Barovero. Y es que la participación del Pulpo en la Supercopa 18 y la Libertadores de ese año fue tan decisiva como la de Trapito en la Sudamericana 14 y la CL 15, con tapadas clave contra Boca en ambos casos: Barovero acumula en su capital el penal a Gigliotti, acaso el más emblemático del ciclo, y una mano a mano tremendo a Calleri en los octavos de la CL; y FA se convirtió en muralla en aquella final en Mendoza y el histórico mano a mano a Benedetto sobre la hora en la Bombonera. Las instancias en las que fue un superhombre con el clásico rival, posibles causas de la diferencia a favor de Armani.
La votación más despareja se dio abajo: Maidana, campeón en las dos conquistas de América, arrasó con un 81% a un Martínez Quarta que fue siempre muy querido por los hinchas y que antes de partir ya mostraba que era de Selección. El resto de la defensa alternó a los campeones de 2015 y 2018: el presente de Montiel pudo más que la gesta de Mercado; y al revés sucedió con Funes Mori y Vangioni, con una empatía muy especial con los fans, al punto de que los prefirieron por sobre Pinola y Casco, referentes top de los últimos años.
¿Más sorpresas? Sí: arriba, Matías Suárez pudo más que otro histórico como Mora y que un jugador-hincha top como Driussi. Oreja, de hecho, es el único de los 11 que no estuvo en ninguna de las dos vueltas olímpicas de Libertadores, pero la gente en este punto votó por su clase y desequilibrio para ser el segundo punta ideal.
Y la que para muchos otra sería de las posiciones más difíciles, también se resolvió con números que llamaron la atención: el centrodelantero elegido por el pueblo riverplatense fue, por buena diferencia, Lucas Alario. Una salida por lo menos desprolija no empañó el paso del Pipa por el club, tanto que el hombre decisivo en las semis y finales de la Copa 15 superó al goleador del ciclo que es Borré, a dos delanteros amados como Scocco y Pratto ya Teo Gutiérrez y Cavenaghi, que acaso hayan estado algo más presentes durante el ciclo de Ramón
El puesto del enganche, al cabo, tampoco dejó dudas: el Pity sacó mucha diferencia contra Pisculichi y un Quintero que tampoco se fue por la puerta grande tras haber hecho el gol decisivo en Madrid. La paternidad de Martínez a Boca, sus goles en las finales y en la Bombonera pudieron más.
Nunca fue tan difícil elegir: y es que el ciclo del Muñeco será único e irrepetible, pero River-de-Gallardo no hay uno solo.