River ganó otra vez y sueña en grande. Tiene argumentos para hacerlo. Es el cómodo líder de la Liga Profesional con 47 puntos, a una buena distancia de Talleres (40) y San Lorenzo (37). Este sábado derrotó a Defensa y Justicia, un equipo siempre chivo, por 1-0 y se quedó en el Monumental con una victoria clave. Para que deliren las más de 80 mil almas presentes en Núñez. Y uno de los que lo festejó de manera particular fue Martín Demichelis.
Su equipo había generado varias situaciones antes del 1-0. Se demoraba la apertura del marcador ante un rival siempre peligroso -que también había tenido sus chance-, pero llegó. Fue a los 12 minutos. Cortó Rodrigo Aliendro, la figura de la cancha, para dejársela a Nicolás de la Cruz. Éste condujo para abrir la pelota a la derecha y que se la devolviera Pablo Solari para su propia definición. Gol del uruguayo y desahogo para todos. Incluido, el DT, que enseguida se abrazó con su hijo Bastian, quien estaba como alcanza-pelotas (juega en las Inferiores del club).
No fue la primera vez de este abrazo tan especial. Ya había pasado algo similar en anteriores encuentros, pero éste no fue uno más por el partido en sí y su importancia. Y, por si fuera poco, porque se dio justo horas antes de que en Argentina se celebrara el día del Padre. Un lindo recuerdo para los Demichelis.