La jornada 1 de la Bundesliga continuó con el viaje del Bayern Munich a Baja Sajonia para enfrentarse al VfL Wolfsburg. La remontada por 3-2 dejó a los hinchas del gigante bávaro radiantes al término del partido.
La era de Vincent Kompany tuvo un comienzo desigual en la máxima categoría del fútbol alemán, con una victoria por 3-2 sobre el Wolfsburgo en una tarde soleada. Centrándose en el flanco derecho, el Bayern atacó repetidamente al Wolfsburgo con las fuerzas de Sacha Boey y Michael Olise desde el principio. El nuevo fichaje, Kamil Grbara, estuvo muy ocupado y repelió a Kane con una valiente y poco convencional parada cuando el balón le dio en la cabeza.
En el minuto 20, el Bayern abrió el marcador con Olise y Kane como catalizadores. La pareja liberó espacio para Boey, que enfrentó a Jakub Kaminski, centró desde la línea de fondo y dejó a Jamal Musiala con un toque rutinario desde seis metros. Gnabry y Olise casi combinaron para sumar un segundo gol a la media hora, pero Kaminski realizó un bloqueo crucial en esta ocasión.
Si Boey fue el héroe antes del descanso, 25 segundos después el francés se quedó expuesto. Un empujón a Tiago Tomas dejó al árbitro Daniel Siebert señalando el punto de penalti. Lovro Majer restableció la igualdad con un disparo a la esquina inferior izquierda. El croata estrelló el balón en el poste en el siguiente ataque, pero el Wolfsburgo se adelantó cerca de la hora de juego. La floja defensa de Kim Min-Jae permitió a Patrick Wimmer centrar para Majer, que marcó su doblete.
El retiro de Boey abrió el camino para que el Bayern respondiera con la entrada de Müller. Un córner lanzado por Kimmich fue rematado por Kane y colocado sobre la rodilla de Kaminski, que no pudo hacer mucho para evitar el gol en propia puerta. De lo contrario, Müller habría rematado a puerta sin marcaje. El Bayern recuperó la ventaja a nueve minutos del final del partido, pero la visión de Müller se le escapó a Kane. El delantero inglés habilitó a Gnabry para que rematara con un ángulo. Quizás los Lobos merecieran el empate, pero un fallo de Matthias Svanberg en el último momento se fue rozando el poste de Neuer y el Bayern aguantó.