Quique le había explicado a TN la emoción que sintió en la cancha: «El abrazo con mi nieto me aflojó todos los nervios que tuve durante todo el partido y anterior al partido, en todos los partidos que fuimos porque se nos escapaban los triunfos. Fue aflojar todo. Fue sentir la satisfacción de volver a sentir que tenemos un equipo con un ideal. Sentir que de vuelta podemos pensar que podemos progresar. Está claro que no somos el equipo perfecto. No vamos a volver nunca ese equipo de Bochini, Bertoni, Villaverde, Pavoni, Clausen, esos eran maravillas. Pero pretendo que el equipo vaya para adelante, que sienta la camiseta, que la pelee. Y bueno, todo ese sentimiento afloró en mí, en el abrazo con mi nieto, al tener a mi hijo al lado».
«Nos quitaban el triunfo inclinando la cancha y mi nieto se sentía muy angustiado por tantas perdidas. Yo le había dicho que ayer que íbamos a ganar. Cuando se hizo el sorteo de la ubicación en la cancha. Tigre fue sobre la tribuna popular, donde siempre definimos todos los partidos. ´Yo le dije quédate tranquilo que este partido lo ganamos´», agregó Quique, de 74 años.