Durante junio se supo que Gerónimo Spina (18 años), de la Reserva, había sido tentado por el Atlético de Madrid y que dejaría Estudiantes contra la voluntad de club. El presidente del club, Martín Gorostegui, había asegurado que sentían como un arrebato la salida del zaguero central. El futbolista ya dejó el club y la bronca de la dirigencia fue tremenda, al punto que emitió un durísimo comunicado.
La queja no es solo hacia Spina, también hacia sus representantes (Curti y Pautasso) y hacia el club español. Se refiere al jugador como una actitud de «ingratitud manifiesta». Se habla de «codicia» y de «negocio mezquino y fácil» y que se fue por «la puerta trasera».
Según la prensa platense, el último intento de mantener a Spina dentro del club lo habría hecho el vicepresidente, Juan Sebastián Verón, con un llamado telefónico a la familia. Pero no hubo manera de torcer la decisión.
La postura de Estudiantes
El juvenil Gerónimo Spina se va del club arrancado, arrebatado, pero por sobre todas las cosas, con una ingratitud manifiesta a todo lo brindado por la Institución a lo largo de su formación, y eso es lo que más duele.
Pudo más la codicia, la mirada a corto plazo, el negocio fácil y mezquino, que la posibilidad de crecer dentro de un lugar que lo contuvo y formó durante toda su etapa de juveniles.
Asesorado por su entorno y representación, pero fundamentalmente por su propia voluntad, el juvenil tomó la decisión de irse escondido y sin permiso por la puerta trasera del Club Estudiantes de La Plata.
El Club Atlético de Madrid está arrebatando sin permiso alguno, un juvenil formado desde muy chico en nuestra Institución, aprovechándose así de la desprotección legal que enmarca la cuestión, situación por demás sabida por el juvenil Spina, su entorno y representación, como así también por el mencionado, Club Atlético de Madrid.
Las promesas inciertas e inescrupulosas de quienes ejercen la representación de juveniles es una amenaza constante que padecen los clubes formadores. El caso Spina NO es la excepción.
Estudiantes de La Plata se brinda por completo en la formación de sus juveniles, no solo desde lo deportivo sino también desde lo humano, invirtiendo en capacitación, alimentación y educación.
Los juveniles asisten sin cargo al primer Bachillerato para futbolistas del país en el Colegio Estudiantes de La Plata. Se forman tanto en lo deportivo como en lo humano, dentro de un club que desde hace más de 100 años se destaca en la formación integral de sus deportistas.
Hoy nos enfrentamos a un caso que nos deja perplejos y no hace más que manifestar la ingratitud a la formación integral brindada. El oportunismo codicioso para irse sin permiso alguno del lugar que lo formó, y aprovechando el vacío legal, no refleja en absoluto los valores que pregona el Club Estudiantes de La Plata.
Sobran los buenos ejemplos de aquellos jugadores que dignifican la historia de nuestro club. El sentido de pertenencia es la marca registrada que nos distingue. Innumerables futbolistas formados en la institución, muchos que han triunfado en las principales ligas del mundo, no hacen más que estar a disposición del club para lo que se necesite, y eso en definitiva es lo que nos abraza y nos hace reconfirmar el camino elegido a lo largo de los años.
El repudio a la decisión tomada por el juvenil Gerónimo Spina, su representación y entorno, como así también hacia el accionar del Club Atlético de Madrid es absoluto.
Confiamos en nuestros formadores y en nuestros deportistas, entendiendo que lo sucedido con el juvenil Spina no es más que un mal ejemplo y la excepción a la extensa y rica historia del Club Estudiantes de La Plata.
Recuerdo negativo
Estudiantes ya sufrió la pérdida de un futbolista juvenil contra su voluntad: Brian Sarmiento, en 2007, se fue al fútbol español cuando era considerado figura de las Inferiores. La dirigencia de aquel momento realizó gestiones en la Conmebol para tratar de retenerlo.
Estas situaciones suceden cuando el jugador no tiene contrato firmado y la familia aplica la Patria Potestad.