La abrupta salida de Diego Martínez generó malestar en Huracán. No es la primera vez que un director técnico con contrato vigente decide abandonar el Globo, aspirando asumir en Boca. Allá por el 2018, Gustavo Alfaro renunció en Huracán y días más tarde, fue presentado como nuevo técnico del Xeneize. En Patricios viven una película repetida. Tanto Alfaro como Martínez, tenían un proyecto en Huracán. Hasta que Boca los llamó…
El enojo de ver una película repetida
Luego de que Diego Martínez presente su renuncia como técnico de Huracán, lo primero que hicieron algunos fue recordar que sucedió lo mismo con Gustavo Alfaro a fines de 2018: en ese caso la CD de Angelici fue en busca de Lechuga (había clasificado al Globo a la Libertadores), Burdisso (manager de Boca) lo convenció y el entrenador se terminó yendo sin antes leer en una conferencia de prensa la ley de contrato que según él lo avalaba. Después en Boca no le fue del todo bien, quedó marcado por poner a Soldano de 8 en el Monumental en un superclásico, por quedar eliminado en semifinales de Libertadores con River en el Monumental y porque terminó durando menos de un año en el cargo.
Gran ciclo de Alfaro en el Globo
El Lechuga llegó a Huracán en julio del 2017 y se quedó hasta fines del 2018. En ese año y medio al mando del equipo, jugó 46 partidos: ganó 22, empató 15 y perdió 9. Clasificó a la Copa Libertadores 2019 y el proyecto generaba ilusión de poder pelear un campeonato. Pero en un abrir y cerrar de ojos, todo terminó…
El enojo del club: «no se respetan los contratos»
En aquel entonces, la salida de Alfaro había generado muchísima bronca en el Mundo Huracán. El club, a través de sus redes oficiales, emitió un comunicado contra el deté: «A veces pareciera que los que están siempre obligados a respetar los contratos son solo los clubes… No es la primera vez en la que nos vamos a sobreponer a circunstancias adversas, ojalá sea la última».
Y no fue la última…
A cinco años de lo ocurrido con Alfaro, Huracán lamenta lo mismo. Una radiografía exacta de lo que ocurrió con el Lechuga. La dirigencia y los hinchas del Globo pierden un proyecto y un año de trabajo con un DT por la misma fórmula y el mismo destino: el Club Atlético Boca Juniors.
Hasta que Diego presentara su renuncia, el Globo estaba terminando el año con una sonrisa: se salvó del descenso y se había clasificado para los playoffs de la Copa de la Liga. Además, David Garzón, presidente de Huracán, había declarado a favor de su posible permanencia: «Estamos planificando el futuro con él. Tiene contrato hasta junio de 2024”. Sin embargo, aclaró: «Es lógico que a los técnicos buenos los quieran de otros equipos, pero tiene contrato en Huracán y lo vamos a tratar de encadenar, ja».
Daniel ‘Trapito’ Vega, el Secretario Deportivo de Huracán, también se había mostrado entusiasmado con su continuidad: “Seguimos con el mismo proyecto que cuando lo trajimos en marzo. Nadie se comunicó con nosotros por Martínez”.
Ahora Martínez y Boca deberán sentarse a dialogar. Acordar sueldos, contratos y tiempos de trabajo. Si todo sale bien, se convertirá en el nuevo entrenador de Boca. Desde afuera, Huracán mira y mastica la bronca de estar viviendo otra vez la misma historia.