El colombiano
Gabriel Sepúlveda y Juan Eugenio Jiménez, quienes fueron los formadores del talentoso lateral, hablaron en Blog Deportivo sobre los inicios de Daniel Muñoz, quien no se olvida de sus orígenes y sigue en contacto con sus escuelas e, incluso, cuando puede, las visita para contar su experiencia o ayudar con elementos deportivos a los jóvenes futbolistas que se están desarrollando.
Sepúlveda conoció a Daniel Muñoz en la escuela Total Soccer cuando llegó a los 18 años, edad en la que según el entrenador ya es un poco tarde para formar a un futbolista y que tenga opciones de llegar al profesionalismo.
“Son varios los clubes que han hecho parte de su formación. El valor que le damos nosotros es que llegó desde Europa, donde se probó en más de 15 clubes, y llegó a nuestro club a los 18 clubes, llegó muy golpeado, nosotros le dimos la oportunidad de seguir formándose, luego jugó el Nacional Federativo con nosotros y ahí Águilas Doradas lo reclutó”, detalló Sepúlveda.
Esto demuestra la disciplina y determinación de Daniel Muñoz para cumplir su sueño de llegar al profesionalismo, luego brillar en Atlético Nacional para luego dar el paso al Genk de Bélgica y disputar partidos con la Selección Colombia.
La escuela Total Soccer se ha caracterizado por formar a los jugadores “mayores”, que debutan a edad tardía, incluso hasta los 21 años.
Historia de Daniel Muñoz con Juan Eugenio Jiménez
El profesor Juan Eugenio Jiménez fue el encargado de llevar a Águilas Doradas a Daniel Muñoz. En conversación con Blog Deportivo reconoció que “se encontró al jugador en un torneo sub 20”, pues nadie se lo había recomendado.
Me fui a ver un partido en aras de buscar estos talentos. Ahí me encontré a Daniel, me gustó bastante, hablé con el entrenador Gabriel, le dije que quería volverlo a ver
relató.
Después de hablar con la mamá, con la tía y con la abuela en Bello, Antioquia, se hicieron los acercamientos para concretar su llegada a Águilas Doradas.
«Yo simplemente lo recluté, se lo llevé al profesor Néstor Otero, le gustó, pero no lo habían inscrito. En un momento me comentó que no iba a volver porque le quedaba muy difícil (económicamente). Ya luego se insistió para que lo inscribieran y se le asignara un salario mínimo”, recordó Jiménez.