Boca ganó y dejó una buena imagen

Minuto 27. Boca ganaba bien jugando ídem, hacía méritos para estirar la ventaja, aunque Unión hiciera a Chiquito Romero la figura del partido. Buen juego, una formación consolidada que se proyecta, efectivamente, para salir por el túnel del Maracaná el 4 de noviembre, todo el estadio respiraba optimismo hasta que en ese instante se pararon los corazones. Calderón, el 2 de Unión, fue a disputar una pelota con Edinson Cavani. El defensor fue mal, con la plancha estirada, y le dio de lleno en el tobillo derecho del Matador. Mientras Falcón Pérez le mostraba la tarjeta roja al jugador de Unión, mientras desde el banco visitante protestaban la indiscutible decisión del árbitro, Cavani se quedó tendido en el piso, inmóvil, con gestos de dolor. Pasaron minutos que parecieron eternos, hasta que poco a poco Edi se fue recuperando, y el aliento volvió al alma de los hinchas. Este es un ejemplo de lo fácil que pueden cambiar las cosas -para mal-, de lo estrecho que es el camino hacia la cima de América…

Pero la jugada de Cavani dejó su huella: porque el incidente sacó al equipo de Almirón de su eje. Paradójico, hasta ni se notó que quedó con un jugador más. Unión pasó de defender con cinco a la línea de cuatro tradicional, y siguió demostrando esa agresividad práctica para llegar a Chiquito sin elaborar mucho. Antes, el arquero de Boca se lució al sacarle un mano a mano al Toro Morales después de que Rojo y Barco se complicaran en la salida. Y luego voló sobre su derecha para sacarle un zurdazo lejano de Zenón. Hasta que el Tate armó una muy buena jugada por izquierda, a espaldas de Blondel, para que Luna Diale, un ex Boca, acomodara la pelota contra el primer palo de Romero.

¿Pudo ser distinta la historia? Claro que sí. Boca dominó y generó situaciones. De entrada, un cabezazo de Cavani tras un gran tiro libre de Barco encontró milagrosamente las manos de Moyano, pero en el rebote apareció Rojo para convertir de cabeza. El Matador hizo todo bien, afuera del área y también adentro, porque después otro corner del Colo encontró a Edi en el primer palo, metió un frentazo hermoso que dio en la base del segundo palo y, en el rebote, Moyano salvó ante un tiro a quemarropa de Pol Fernández.

A Boca le costó volver a la frescura inicial. Unión, además, se acomodó mejor con un 4-4-1, se hizo ancho y corto y el equipo de Almirón empezó a repetirse en sus ataques. Así y todo, un tiro de Equi tras buena jugada colectiva y una definición alta de Medina luego de una pared con Merentiel fueron un aviso de lo que podía pasar. Con Taborda y Pipa, el DT buscó soluciones desde el banco, porque notaba que el Tatengue estaba cada vez más tirado contra su propio arco.

Y así fue nomás. Primero apareció otra vez Moyano para sacarle el segundo a Taborda en un tiro libre, pero enseguida vino un corner, un despeje y un zapatazo de Merentiel, el socio de todos, para que Boca cortara una racha de seis sin ganar (tres en el torneo) y se acomodara un poco mejor en la Copa de la Liga. Ahí se quebró el trámite: Boca no pudo estirar la diferencia pero tampoco sufrió. Seguramente, le costó más que lo esperado, pero al fin de cuentas se llevó lo que merecía.