Boca derrotó 1 a 0 a Colo Colo y se clasificó para los octavos de final de la Copa Libertadores. El gol lo hizo Marcelo Weigandt, con un gran derechazo desde afuera del área, en el segundo tiempo. Advíncula fue ovacionado, ya que hizo un gran esfuerzo para terminar el partido pese a una lesión. Langoni salió en el inicio del partido, por un problema muscular. En el segundo tiempo Merentiel también debió dejar la cancha.
El análisis de Olé
A este tren de lesiones, Boca no va a ganar la Copa. No por falta de juego, no por falta de ganas… más bien por falta de jugadores. Almirón terminó sin Langoni, sin Merentiel, y con Advíncula en una pierna. Así y todo, ganó un partido difícil (por el rival, por las circunstancias, por Boca mismo) que le termina dando mucho más que la clasificación. Lo reivindica con sí mismo, porque lo que no mata fortalece.
Es que la derrota en Sarandí había dejado su huella. También la condena a Sebastián Villa, porque más allá de su flojo presente, no dejaba de ser el jugador potencialmente más desequilibrante del equipo. El clima optimista que trajo el buen inicio del ciclo de Almirón estaba, pues, desdibujado por cuestiones internas y por algunas decisiones del mismo entrenador en su afán de arreglar lo que no está roto.
El partido fue un serrucho: momentos en los que fue una tromba (los más), y momentos en los que se lo vio perdido, errático, complicado más por sí mismo que por el rival (los menos). Pero hay que reconocerle la vocación de intentar, de jugar a otra cosa, de ser vertical e incisivo. Hizo figura al arquero rival, Cortés, generó muchas situaciones de gol pero también sufrió. Los vaivenes emocionales tuvieron que ver con cuestiones del momento, también porque las lesiones lo complicaron al comienzo (Langoni), en el medio (Merentiel) y al final (Advíncula).
Para rescatar, tuvo dinámica en Medina para romper líneas, calidad en Benedetto para tirarse atrás y asistir, velocidad en el tándem Weigandt-Advíncula. El caso de Óscar Romero es emblemático: de no ser tenido en cuenta por Almirón (hasta el de este martes había jugado sólo cuatro de los 12 partidos del ciclo), fue el primer cambio en la emergencia, y el paraguayo tuvo dos veces la apertura del marcador: primero lo pierde tras un pase de Medina; instantes después, Pipa se la baja y lo deja solito y otra vez lo pierde cuando un defensor la sacó en la línea. En el medio del PT, perdió la brújula, se dejó estar, se complicó por la presión de Colo Colo y la duda volvió a vestirse de azul y oro. Hasta esas dos llegadas a fondo de Romero (más otra clara de Medina) que lo devolvió al eje. Era meter un gol, uno, para tranquilizar los ánimos, para quebrar a un rival incómodo.
Boca necesitaba ganar mucho más por cuestiones propias que por lo estrictamente numérico. Al fin de cuentas, el punto lo dejaba muy cerca de la clasificación, pero andar contando moneditas no sirve en este momento. Había que dar una señal, dejar las cosas claras por voluntad propia, y eso fue lo que el equipo de Almirón hizo en el resto de la noche.
Salió a jugar el segundo tiempo con el mismo convencimiento con el que se fue al descanso, quizá menos acelerado, más sereno y así armó un jugadón entre Fabra y Pol por la izquierda, para un pase central para Romero, que con una cachetada habilitó a Weigandt y el Chelo, desde la puerta del área, metió un tres dedos hermoso que la guardó en el rincón.
Pero después del gol, otro retroceso. El mejor momento de Boca lo quebró una salvada de Figal ante Pizarro. Y el equipo volvió a quedarse corto de firmeza. Merentiel entró para agitar un poco el ataque, pero se desgarró en la primera que tocó. Había que verle la carita a Almirón, y ese gesto de llevarse las manos a la cara que no hizo falta subtitular. Y encima, la lesión de Advíncula, que por intentar salvar un lateral hizo un sobre esfuerzo y cayó mal sobre su rodilla izquierda… Toda una complicación, con el peruano pidiendo salir y Almirón haciéndole gestos de que no había más cambios, pero rengo y todo se mandó un pique heroico en una contra y metió un par de cierres memorables.
Boca tuvo que bancarla. Colo Colo tuvo el empate en Thompson, pero con 10 y medio lo aguantó y casi lo liquida con Vázquez. El final fue un desahogo. Boca terminó dolorido, con la pata al hombro, arrastrando sus huesos, pero entero y feliz.
El resumen del partido
Boca Juniors – 6-6-2023
El triunfo de Boca ante Colo Colo
Los videos del partido
Luca Langoni – 6-6-2023
Langoni se lesionó y lloró al salir
Weigandt – 6-6-2023
Golazo de Weigandt para el 1-0 de Boca
Boca Juniors – 6-6-2023
El gran cruce del lesionado Advíncula
Luis Advíncula – 6-6-2023
Ovación para Advíncula
En el otro partido del grupo, Monagas le ganó 1 a 0 a Deportivo Pereira.