Iban seis minutos y medio del primer tiempo en Sarandí, cuando el partido entre Arsenal y Talleres debió frenarse por un insólito motivo: un tremendo pozo en el área que defendía Alejandro Medina, arquero del equipo de Leonardo Madelón. Luego de un ataque de la T, Luis Lobo Medina debió parar el encuentro que abrió la cuarta fecha del campeonato de la Liga Profesional de Fútbol.
En un primer momento, Medina intentó -con sus botines- arreglar y acomodar los panes de césped que se habían levantado. Pero no tuvo éxito. Se acercaron Gonzalo Goñi y Federico Girotti para ver el agujero, que podía provocar alguna lesión… Y mientras los jugadores más apretaban, más agua con barro salía del pozo del área.

Así lo arreglaron.
Luego entraron en acción algunos empleados del club local. ¿Cómo lo solucionaron? Ingresaron a la cancha con un balde con arena para rellenar el pozo. Y con un rastrillo lo emparejaron lo mejor posible, aunque quedó bastante floja esa zona. Recién a los 10 minutos se pudo reanudar el encuentro en el Viaducto.