No es posible decir que el empate 0-0 con River Plate (PAR), de este jueves (22), por el debut del grupo E de la Copa Sudamericana, sea una señal de advertencia para el Corinthians, pues estos avisos ya fueron dado desde el comienzo de la temporada.
En lo que respecta a la clasificación, el resultado en Asunción deja al Corinthians en una posición difícil en el cuadro, ya que solo un club se clasifica y River suele ser el equilibrio de la balanza. Perder dos puntos, mientras Sport Huancayo (PER) y especialmente Peñarol (URU) pueden ganarle a los paraguayos, es demasiado espantoso.
Ahora, en lo que respecta al fútbol, el duelo en Defensores del Chaco volvió a abrir la falta de creatividad y repertorio de Timão.
>> Consulta la tabla sudamericana y simula los partidos
¿Las entradas de Vitinho y Gabriel Pereira ya estaban cerca de las incorporaciones, fueron los únicos momentos en que el Corinthians rompió las líneas contrarias? Sí. Pero es muy fácil decir que deberían empezar a jugar, después del final del partido, y estos deportistas, especialmente Vitinho, tuvieron ocasiones recientes como titular y no fue bueno – Pereira todavía puede «limpiar el trapo», ya que no fue titular en los últimos cuatro partidos y desde el final de la temporada pasada lo ha hecho muy bien, por lo que necesita estar más probado.
De todos modos, el propio entrenador Vagner Mancini, en una rueda de prensa virtual posterior al partido, dijo que la elección de la alineación inicial contemplaba un equipo más “okupa” y con experiencia en competiciones en Sudamérica.
Un equipo con experiencia internacional puede arreglárselas cuando sabe que el oponente es muy inferior técnicamente y se encerrará en el campo defensivo. El Corinthians, en cambio, solía hacer girar la pelota hasta que el aficionado se mareaba. Lo peor fue no tener repertorio cuando vio que las cosas no saldrían con la propuesta inicial, es pensar que la llegada de Cantillo al descanso fue positiva, porque mantuvo a Timão en el campo de ataque. ¿Pero con qué objetividad?
Y aunque el volante colombiano hubiera buscado esos tiros lejanos como alternativa para romper la última fila de River Plate, aún sería poco.
El juego también se abrió de par en par que es difícil encontrar un atleta del Corinthians capaz de asumir la responsabilidad de subir, sacar un conejo de su sombrero y buscar, a través de la individualidad, romper la marca del oponente, aunque este sea el farol de la Campeonato de Paraguay.
¿Y las patadas de media y larga distancia? Entonces, nos toca a nosotros acusar a Otero. Quien se está esforzando por cambiar la cabeza de la directiva del Corinthians, por ampliar su vínculo con el club, pero en el aspecto que la mayoría espera un resultado de él, le ha ido muy mal.
Es una serie de errores que hacen de Timão un equipo estancado, pragmático y de mal gusto.