Como se sabe, la FPF asegura que es dueña de los derechos audiovisuales de todos los campeonatos que organiza, como la Liga 1. En ese sentido, se asoció con la empresa 1190 Sports para comercializar los derechos de TV y ambos crearon el canal Liga 1 MAX, que es la señal por donde se han transmitido la gran mayoría de compromisos, incluyendo los de Alianza Lima, Melgar, Cienciano y Binacional. Lo polémico es que dichos clubes, cuya intención era defender sus nuevos contratos con el Consorcio y mostraron una postura contraria a la Federación, fueron obligados a permitir el ingreso de las cámaras del nuevo operador para evitar un segundo W.O.
Bajo esa premisa, 1190 Sports tiene en la bolsa a 15 clubes de la Liga 1, a excepción de Universitario, Sport Boys, Municipal y Carlos Mannucci, quienes todavía tienen contrato vigente con el Consorcio después del 2022, año en el que la FPF fijó como límite para recuperar los derechos de TV que había cedido anteriormente a los clubes. Por eso, sus partidos de local han sido transmitidos en el presente curso por la señal de GolPerú y lo seguirán transmitiendo por la misma vía. Eso sí, la condición era que, una vez vencido ese contrato, los cuatro clubes pasarán a formar parte de 1190 Sports.
Pero la discusión gira en torno a los clubes de oposición. Sucede que los partidos de Alianza Lima, Melgar, Cienciano y Binacional venían siendo transmitidos por Liga 1 MAX; sin embargo, a raíz de la revocatoria de la medida cautelar que favorecía a la FPF, tienen carta libre para permitir el ingreso de las cámaras de GOLPERU, porque sus contratos ya no están suspendidos bajo resolución judicial. Entonces, el Consorcio ya no solo tendría la exclusividad de los cuatro clubes anteriores (Universitario, Boys, Municipal y Mannucci), sino que sumaría otros cuatro más a su bolsa. Es decir, los partidos de Alianza y la ‘U’ serían transmitidos por esta señal.
¿Quién gana y quién pierde?
Sin duda, el gran beneficiado tras la resolución del Poder Judicial es el Consorcio, porque tiene luz verde para ejecutar los nuevos contratos que suscribió con Alianza, Melgar, Cienciano y Binacional. Es más, su intención es transmitir por la señal de GOLPERU los próximos partidos que a dichos clubes les toque de local. No obstante, allí hay otro problema, ya que -según el cambio de reglamento que la FPF propició meses atrás – los clubes están obligados a permitir el ingreso de las cámaras de Liga 1 MAX para la transmisión de sus compromisos. Si eso no sucede, de acuerdo a las nuevas disposiciones, el partido se reprograma y, de repetirse el caso, se declara ‘walkover’. Como se sabe, los clubes de oposición ya tienen un W.O. y recibir el segundo significaría su descenso automático a la Liga 2.
En ese sentido, desde lo deportivo, Alianza y el resto de clubes de oposición deben cumplir con el reglamento y autorizar el ingreso de Liga 1 MAX; pero, desde lo judicial, nada le impide al Consorcio ingresar sus cámaras para transmitir esos partidos, porque la medida cautelar ya fue anulada y los nuevos contratos se lo permiten. Visto desde ese ángulo, los clubes afectados están entre la espalda y la pared, porque podrían recibir sanciones o castigos de ambos lados. No obstante, también existe la posibilidad de que sus partidos se terminen viendo a través de la señal de los dos canales que transmiten la Liga 1 Betsson: Liga 1 MAX y GOLPERU. ¿En qué acabará todo?
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