Alianza Lima fue de menos a más durante el partido. Tuvo un primer tiempo errático, con pocas situaciones y cierta vulnerabilidad defensiva que pasó factura en el momento menos pensado. Pero luego se reivindicó y encontró la manera de darle vuelta al marcador adverso. El coraje de Jospemir Ballón, la eficacia de Hernán Barcos y el zurdazo de Ricardo Lagos bastaron para asegurar la victoria y cerrar la noche festiva en Matute, siempre con un Jairo Concha en buen momento y con un Christian Cueva del que todavía se espera más.
El corazón del capitán
No suele aparecer en la foto final de la celebración, pero lo que hizo Ballón en la cancha fue crucial para remontar el partido. El capitán blanquiazul apareció en el momento preciso para igualar la balanza y darle ese empuje anímico que sus compañeros necesitaron a fin de voltear un marcador en contra. Se jugaban los descuentos del primer tiempo y, tras un tiro libre de Concha que obligó la rápida reacción de ‘Banana’ Ruiz, Ballón se lanzó con todo hacia el balón y puso el 1-1 parcial con el que se fueron la descanso igualados.
Ese gol significó tranquilidad para Alianza y le permitió a Larriera arriesgar un poco más en ofensiva. Pero Ballón siempre estuvo claro en el mediocampo, ordenado para salir jugando e intenso cuando le tocó cortar una jugada del cuadro rival. Esa solvencia en la medular también generó que Jesús Castillo pueda avanzar unos metros y sumarse al ataque como una opción de pase para Concha y Cueva. El capitán dejó su huella, sumó al colectivo y trascendió.
La eficacia de Barcos
Todo equipo que intente pelear un campeonato necesita a un goleador que responda en los momentos claves. Y Alianza tiene en Barcos a su arma más letal dentro del área. El ‘Pirata’ anotó el segundo gol de los blanquiazules y fue el desahogo de un grito de impotencia que parecía no salir de la garganta de sus compañeros. De un cabezazo, batió a ‘Banana’ Ruiz. Lo hizo desmarcándose en el área, tras un tiro de esquina y cuando la desesperación parecía asomar por la ventana. Barcos alcanzó los 12 goles en el año y confirmó que su romance con las redes sigue intacto.
Desde lo futbolístico, el argentino tuvo ocasiones para marcar en el primer tiempo, pero decidió mal y su ataque perdió sorpresa. En el complemento, resolvió mejor con y sin pelota, porque encontró la forma de acercarse a Concha para sumar en la ofensiva de su equipo. Barcos continúa siendo uno de los pilares en Alianza y esa eficacia marca la diferencia en situaciones complejas. Sin Sabbag por lesión, el ‘Pirata’ es el ‘9′ por excelencia en tienda blanquiazul.
La trascendencia de Concha
No escribió su nombre en el marcador, pero Concha es el eje que permite el funcionamiento del colectivo en Alianza. Cuando él está cómodo en la cancha, su equipo juega bien y se traduce en las situaciones que crea a partir de su ingenio con la pelota. En el segundo tiempo, el ‘10′ blanquiazul estuvo más prolijo y encajó mejor jugando por el medio en lugar de la banda derecha. Cambió de posición con Cueva y también con Costa, quien ingresó en reemplazo de ‘Aladino’. Atacó desde el interior y fue el responsable de hilvanar los hilos en el equipo de Larriera.
En general, Alianza estuvo en sintonía y demostró que puede sacar adelante una situación adversa. Si bien los íntimos no depende de sí mismos para ganar el Clausura, igualar en la punta a Cristal y la ‘U’ es un envión anímico importante para meter presión y soñar con el tricampeonato de manera directa. De igual manera, son líderes del Acumulado y en sus manos está asegurar la clasificación directa a la final nacional de la Liga 1.
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