Alan Varela: «Ojalá algún día pueda volver a Boca»

«¿Si pedí quedarme también para estar con Racing? Ya la estiramos mucho. Llegó un punto en el que tenía que partir, doy las gracias por aguantarme», dice Alan Varela, con una sonrisa pícara, en el aeropuerto de Ezeiza, a punto de subir por la escalera mecánica del hall principal rumbo a migraciones, pasar los controles y a las 12.30 partir hacia Portugal, donde lo espera desde hace semanas el Porto, su nuevo equipo, después de haber jugado más de 100 partidos en Boca y demorado la transferencia para poder estar en la serie de octavos de final de la Copa Libertadores ante Nacional.

Varela en realidad estaba para irse tres semanas atrás, cuando Jorge Almirón lo convocó para el partido ante Barracas Central por la Copa Argentina y finalmente lo dejó en el banco, sin un minuto en campo, resguardado por la innimente transferencia. Enseguida, el fin de semana ante Newell’s, el mediocampista no jugó por estar suspendido pero pareció despedirse de Boca y de sus compañeros, saludándolos en el terreno de juego vestido de civil y con su nena en brazos.

Si bien el pase de demoró por algunas diferencias entre los clubes y volvió a jugar en la última fecha ante Independiente, después Varela fue el que quiso estar en la cancha y quedarse para los octavos de final tanto en la ida en Uruguay como en la vuelta en la Bombonera. Riquelme y el Consejo de Fútbol también hicieron su parte. Y llegó el último partido, el 111 con la camiseta de Boca para el número 5.

«Sabía que era mi último partido y me llegaron muchos recuerdos, la verdad que estaba muy emocionado, fue una noche muy linda para mí. Muchos recuerdos, el esfuerzo que hice, lo que vengo luchando muy de abajo y todo eso se me vino a la cabeza en ese momento», contó a los periodistas en el aeropuerto.

«Tuve muchas charlas con Jorge (Almirón), él me dio su apoyo, estoy muy agradecido a él, yo quería jugar hasta que no se confirme nada, vestir la camiseta de Boca es lo más lindo que hay y lo pude disfrutar hasta el último momento«, agregó el pibe que llegó a Boca en 2012 a iniciar su camino en las Inferiores y se va por la puerta grande, en una operación de casi 13.000.000 de dólares entre la ficha y los bonus por objetivo, sin contar la plusvalía por una futura venta.

Porto lo espera luego de caer 2-0 en la final de la Supercopa de Portugal ante su clásico rival Benfica con goles de Di María y Musa. Lo piensan como reemplazante del colombiano Matheus Uribe, quien era pieza clave del equipo pero decidió no renovar e irse con el pase en su poder.

«Es un sueño jugar en Europa, por eso la vengo luchando hace mucho. Ojalá venga con éxito», dijo Varela. Y agregó: «No me puse a pensar contra quienes voy a jugar, primero quiero llegar a Porto, conocer el club y mis compañeros nuevos, y de ahí en más enfocarme».

Antes de partir, Varela reveló que su referente hoy en día es Leo Paredes, con quien intercambia mensajes por las redes sociales y sueña con jugar alguna vez ¿en Boca?. También contó que no pudo hablar mucho con Edinson Cavani, pero que los experimentados Marcos Rojo y Chiquito Romero le dieron algunos consejos para desembarcar en el fútbol europeo. Y dejó un mensaje para los chicos que vienen de abajo como él: «Que disfruten de estar en un club grande como Boca y trabajen con mucha humildad y sacrificio, que al final todo llega y se ve la recompensa. Tienen que defender la camiseta de Boca con mucho corazón«.

Fotos con todos, incluso con algún hincha de River, y el último deseo. «Es hasta luego, ojalá algún día pueda volver a Boca, que fue mi casa durante muchos años».