- Jhilmar Lora: “El factor de la altura juega un papel aparte para el partido”
¿Por qué se truncó su debut en Alianza Lima?
Yo llegué a Alianza cuando tenía once a doce años, pero la economía era baja. Me costó para sacar una partida (nacimiento), y no se pudo dar. Me fui al Atlético Chalaco, jugué campeonato juvenil, y después debuté (1984) ante Universitario en el ‘Lolo’ Fernández, profesionalmente, con 17 años.
No guarda los mejores recuerdos en Alianza…
Yo no puedo echarle la culpa a mis padres, no había economía para apoyarme. Mi mamá tenía siete hijos. Mis hermanos se la buscaban solos. Felizmente me pude sostener en el fútbol, hay gente que me apoyó como Roberto Chale, mucha gente, y me siento tranquilo.
¿Qué compañeros tuvo a esa edad en Alianza Lima?
‘Coyote’ Rivera. Habían varios más, pero recuerdo a él. De ahí lo conozco desde chico.
¿Quién lo bautizó como ‘Aguja’?
Cuando jugaba en San Agustín, en ese tiempo no se cobraba, y el utilero de la San Martín me dio una aguja. En ese tiempo no había Agremiación.
¿Con Roberto Chale como técnico debutó en Atlético Chalaco?
Chale venía de dirigir en San Agustín. Yo llego a Chalaco y no jugaba, estaba en el colegio, pero la suerte es que estaba desde muy pequeño. Jugué en la reserva, y el señor Augusto Montenegro me llevó a entrenar al primer equipo. Después llegó Roberto Chale, y de ahí le tengo un gran cariño. También lo tuve como técnico en Deportivo Pesquero, La Loretana. Hay una amistad enorme.
Con Chale tuvo varias anécdotas…
Imagínate. Anécdotas muy bravas. Hay cosas fuertes que no se pueden decir. Un día fuimos a entrenar al Callao, corríamos hasta La Punta, y ya no lo veíamos, Roberto estaba con una sed brava. Mi tío mis respetos. Cuando Chalaco desciende, hago intermedia. Bajaron como tres equipos, y estaba jugando Pedrito Ruiz y también dirigía. Marqué un gol de media cancha, ese fue mi pase para ir a Unión Huaral.
¿Qué recuerdos cuando fue dirigido por Pedrito Ruiz en Unión Huaral?
Pedrito es como mi compadre Puchungo. Te miraba por derecha y te daba pase con la izquierda. Siempre me decía que le de la pelota en sus pies, era un maravilloso. A mí me preguntan por Pedrito Ruiz o César Cueto y yo voy por Pedrito. Jugaba con zapatos olímpicos, y Cueto con Adidas. Yo aprendí de ellos por la constancia, ya que era más malo. Entrenaba a dos turnos, tenía marca, donde jugué nunca fui suplente.
Tuvo de entrenador a Roberto Chale y Pedrito Ruiz…
Tuve la oportunidad de marcar a César Cueto y a Pedrito Ruiz, dos monstruos. He visto sus videos de Roberto Chale, jugaba mucho. El mejor ‘6′ del fútbol peruano era Alfredo Quesada.
¿Qué partido le gustaría volver a jugar?
Me gustaría volver a jugar con Atlético Chalaco y Unión Huaral, el otro sería con Juventud de Chancay frente Alianza Lima. También con Defensor Lima ante la ‘U’ de ‘Puchungo’ Yáñez, a quién le dije en un tiro libre que la tire arriba, ya que se acercaba la Navidad. Comenzamos a meter más patadas. El primero que pagó pato fue Alfredo Carmona, lo saqué del campo. Al final empatamos, entramos a la Liguilla.
¿Quién lo aconsejaba en el fútbol?
Hubo mucha gene que me apoyó. Roberto Chale, Goyzueta, ‘Chicho’ Espinoza, hay mucha gente. A mí me compraban ropa y hacían concentrar en La Punta.
¿Cómo nació su amistad con Nolberto Solano?
Yo tenía un compromiso en Lince, y Solano también tenía en la misma recta a su enamorada. Era amiga de mi pareja. Con mucho más razón hubo amistad. Yo estaba en Pesquero, y un día estábamos con Arrelucea, hicimos amistoso. Me comí un cebichito con Solano, la amistad se alargó hasta ahora.
¿Cómo fue vivir en Inglaterra con ‘Ñol’?
Es querido en Inglaterra. Camina tres pasos y todos le pasan la voz. Yo paraba como ‘chaleco’. En un restaurante, unos cusqueños me sacaron y decían ‘Aguja’, ya era internacional, también. Son cosas que pasan en Inglaterra.
¿Cuánto tiempo vivió con Solano?
Yo no quería quedarme allá. Un día fui al estadio y no podía comer ni un caramelo. Me puse un terno, mi compadre Solano me acharló, pero estaba en zona vip. Tuve que llamar a la esposa de Solano para comprar, ya que no hablaba inglés. Me echaba las rosquitas por el saco, parecía que estaba en una fiesta infantil. En Inglaterra no encuentras ni un papel en el piso. Mucha educación.
¿Tú estabas en su casa cuando Solano empezó a tocar la trompeta?
Un día un blanco llega con su arpa, no sabía qué era. Nobby me dijo que era el pata que le enseñaba a tocar su trompeta, y sus dos perros movían las cabezas, algo único. Mi compadre tenía todo. Estaba en su mejor momento.
¿Solano te comentó alguna anécdota cuando jugó con Diego Maradona en Boca Juniors?
Me dijo que se quedó asombrado cuando entró a los vestuarios. Diego lo miraba de un ojo a Solano. En su primer partido de práctica hace un tiro libre, y después lo llamó. Comenzaron a entrenar los tiros libres, y lo bautizó como ‘Maestrito’. Fue ahí cuando empezó a reventar. El hombre (Maradona) lo apoyaba bastante. Todo lo que hizo Ñol en Newcastle. Siempre me dio la mano, siempre estuvo conmigo.
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