Sin goles, sin puntería, sin pegada, sin constancia, con una parada final milagrosa de Sels en un remate en propia puerta durante casi todo el duelo, de repente, en el minuto 99, Darwin Núñez marcó el gol de un triunfo agónico del Liverpoolcontra el Nottingham Forest para salvar al límite su liderato de la ‘Premier League’ inglesa.
En su ofensiva final, 44 segundos por encima de los ocho minutos que había determinado el árbitro Paul Tierney de añadido, el uruguayo cabeceó un centro del argentino Alexis Mac Allister, que se giró y la puso donde quiso; demasiado cómodo quizá para darse la vuelta al borde del área en un momento tan comprometido del choque para el Nottingham Forest.
Un alivio para el Liverpool, que se mantiene en la cima, sin atender al resultado dominical del Manchester Citycontra el United, subido en una racha se cuatro triunfos seguidos en esta competición, con una secuencia de siete victorias en las últimas ocho jornadas y con la apoteosis que supone un éxito con los condicionantes, las características y las dificultades de su compromiso de este sábado, en el que no se sintió ganador casi nunca, hasta el final.
No fue un asedio nunca sobre la portería contraria. Tampoco fue un partido de altura del bloque de Jurgen Klopp, al que no le faltó insistencia. Siempre buscó la victoria. No la encontró hasta el final. También por la resistencia del Forest. Y por su respuesta, porque no se quedó sólo en una única defensa, sino que también tuvo opciones, como una de Elanga.
El primer disparo fue local. De Origi, fuera. Después apareció Murillo para salvar ante Luis Díaz, en el inicio de las acciones ofensivas del encuentro, bajo el control del balón del Liverpool, pero sin tanta profundidad ni tanto tino como suele, mientras sobrelleva una cantidad de bajas inusual y da recorrido a muchos de los jóvenes garantizan su futuro.
No tiró entre los tres palos el Liverpool en todo el primer tiempo. Es noticia para un equipo de su potencial ofensivo. Sin Mohamed Salah ni Diogo Jota. Con Darwin Núñez para la media hora final. Con Szoboszlai para el último tramo. Sí lo hizo en la segunda, aunque solo una vez antes del gol, cuando el lanzamiento de Robertson lo repelió la defensa del Nottingham cuando parecía gol al comienzo de la segunda mitad del encuentro.
Siempre en vilo hasta el final, era el único remate a portería que contabilizaban las estadísticas al Liverpool, entre 20 remates, 10 saques de esquina y el susto que se llevó con un tiro de Elanga fuera por centímetros, hasta el 0-1 de Darwin Núñez, reaparecido dos semanas después, en el campo desde el minuto 60, goleador por decimocuarta vez en esta temporada y decisivo para reafirmar el liderato de su equipo.