Guillermo Ochoa es considerado uno de los mejores porteros en la historia de México, debutó a los 18 años con el America, sustituyó a Adolfo Ríos que se lesionó en un partido de liga contra el Monterrey en febrero de 2004.
En ese torneo, Memo disputó 12 partidos como titular, para la siguiente campaña se consolidó, levantó su primer título. En nuestra mente todavía suenan las narraciones de Enrique Bermúdez cuando Ochoa alcanzaba balones que parecían imposibles “¡¡¡Ochoaaaaaaaa !!!” gritaba emocionado el Perro.
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Y así comenzó una de las mejores historias del futbol mexicano.
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Hace un par de semanas la Selección Mexicana enfrentó un Costa Rica y Gales durante una gira europea en la fecha FIFA.
La concentración fue en Cardiff, Gales y ahí estaba Ochoa, le tomaron una fotografía en la que se aprecian a detalle sus rasgos faciales: ya no están los ojos brillosos e inocentes del chico que se fue a Europa en 2011, ahora hay una mirada fuerte y líneas en la frente, reflejos de la madurez de un hombre valiente que dejó la zona de confort para jugar en el futbol de alto nivel.
Experiencia Europea y Mundialista
El Ajaccio de Francia fue el primer destino de Memo en el Viejo Continente y con ello se convirtió en el primer arquero mexicano en Europa.
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A pesar de que recibía muchos goles, pocas veces se cuestionó su categoría y veíamos sus mejores actuaciones cuando jugaba contra grandes figuras como Zlatan Ibrahimovic. Después estuvo en el Málaga, el Granada, el Lieja estándar y volvió con las Águilas en 2019.
La titularidad en un Mundial se le negó en 2006 y 2010, pero supo corresponder a Miguel Herrera cuando lo alineó en Brasil 2014. Guillermo sorprendió al mundo por sus grandes atajadas, especialmente contra la Selección anfitriona, era como un muro y esa es su principal característica: la fortaleza con la que enfrenta a los más grandes.
Ahora suena como uno de los posibles refuerzos del Tri para los Juegos Olímpicos de Tokio y ha declarado que le gustaría jugar el Mundial de Qatar 2022, pero su legado estará en la historia por mucho tiempo.
