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Zinedine Zidane abandonó su habitual 4-3-3 ante el Celta de Vigo en La Liga ayer por la tarde, sin ni siquiera optar por el 3-5-2 que ayudó al Real Madrid a vencer al Atalanta en la Champions League durante la semana. En cambio, el francés apostó por un 4-4-2 para poder incorporar a Fede Valverde, tal y como apuntaba Marca.
Zidane es consciente de los problemas de lesiones a los que se ha enfrentado Valverde esta temporada, con dos problemas importantes que lo han visto perderse 12 partidos en lo que va de año, un problema que se profundizó debido a la falta de fe en Isco y la marcha de Martin Odegaard al Arsenal.
En este contexto, la participación del uruguayo será vital de cara a la recta final de la temporada en la que se decidan títulos. Su presencia es como una inyección de gasolina en el medio campo, siendo Valverde un jugador cuyas virtudes sin duda apoyan a sus compañeros y les permite prosperar. Puede estirar partidos en momentos de urgencia y es ideal en la prensa que se ha convertido en una faceta importante del juego del Madrid.
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