Jonatan Giráldez nació en Vigo en 1991 y no fue hasta que tenía 20 años que se trasladó a Catalunya para completar sus estudios. En su tierra había jugado en equipos como el Sárdoma, Coruxo o el Areosa pero su voluntad era la de dar un gran paso y comenzar una carrera como técnico después de haber hecho sus primeros pinitos en Galicia. En Barcelona, estudiando INEFC, comenzó a tomar conciencia de la importancia del fútbol femenino y producto de ello, entre otros, elaboró junto a dos compañeros un proyecto federativo llamado “El camino hacia la igualdad en el fútbol” dentro de la asignatura de Sociología del Deporte.
Sus primeras oportunidades en tierras catalanas fueron como analista o preparador físico en prácticas. Le llegó la opción de entrenar a la Sub-12 masculina catalana y poco después ya se unió a Lluís Cortés, que también creció en la FCF. De la mano del técnico de Balaguer, Giráldez ha ido evolucionando y desarrollando su propio rol y su personalidad futbolística, con una idea idéntica a la de Cortés y que coincide a la perfección con el concepto futbolístico azulgrana.
Cuando a Cortés le ofrecieron el primer equipo femenino del Barça accedió al reto junto a los suyos, y Giráldez estaba entre ellos. En estas tres temporadas como técnico asistente del Barça femenino, Giráldez ha tenido un rol importante especialmente en la planificación de los contenidos de los entrenamientos, en la elaboración de planes especiales para las jugadoras y en el diseño de la estrategia.
En formación continua
Llegar al Barça no le sirvió para acomodarse y durante los últimos años Giráldez ha ido completando su formación académica cursando diferentes másters como el de Rendimiento Deportivo, Tecnificación y Alto Nivel Fútbol y el de Alto Rendimiento Deportes Colectivos, ambos en la Universidad de Barcelona, o el Máster profesional de fútbol organizado por el Barça Innovation Hub y la UB. Su presencia universitaria no acaba en el bando de los pupitres ya que desde 2016 realiza ponencias de forma puntual donde relata su experiencia al máximo nivel.
Los que conocen bien a Giráldez le definen como un tipo muy trabajador, familiar y ambicioso. No hay reto imposible para él y ahora le llega uno de altura, quizá el más grande de su vida, y para ello aplicará la única receta que conoce para el éxito, el trabajo.