Este Boca, el nuevo Boca, es un Boca sin ídolos. Sin referentes históricos. Con otros líderes. Líderes por adopción. En efecto, después de mucho tiempo, el plantel no tendrá al mando a un hombre de la casa. La salida de Tevez, la última leyenda, acabó con una era en la que siempre hubo una autoridad genuina, propia, reconocida por el grupo y avalada por los hinchas. Es cierto, hoy está Riquelme, el vice. El es la cabeza desde la conducción, la máxima autoridad, el Mesías. Pero en el llano, en el campo, en el entrenamiento, en el grupo, hoy asoman otras voces de mando. Y una, en especial, en particular: Marcos Rojo.
Rojo jugó poco, pero pisa fuerte fuera de la cancha (Prensa Boca).
No es casual. El ex United fue el hombre al que Riquelme apuntó no sólo como refuerzo top, por sus años de carrera europea, sino por esa faceta: la de nuevo caudillo. Rojo tiene, para ese lugar, los pergaminos que le dan la experiencia de sus 31 años, la chapa de haber jugado dos Mundiales y la ascendencia natural: tiene respeto ganado entre los grandes y ascendencia directa en los chicos. Su carisma, su concepción de pibe de barrio y su perfil entrador, también juegan.
El mapa de los refrentes en Boca
El otro heredero del mando es, claro, Carlos Izquierdoz. Elogiado también por Riquelme por su valor en el vestuario, el Cali pasará de ser subcapitán a capitán. Sin embargo, ya pesar de tener más de 100 partidos en el club, su relación con el Consejo siempre estuvo bajo la mira y, aunque hoy le pese menos, carga con el estigma de las eliminaciones ante río, una mochila invisible que cada tanto vuelve a escena y que ya tiene muy pocos sobrevivientes. Luego, entre los que más tiempo llevan, ni López, ni Pavón, ni Cardona ni Fabra tienen ese perfil. Y Javi García, el más cercano al CDF, pierde consistencia por ser el arquero suplente.
El defensor, muy cerca de sus compañeros y en particular de los más pibes (Prensa Boca).
Pero lo que está claro es que Rojo ha tomado una de las centrales de mando en esta era post Tevez y en estos días de preparación se hizo visible. Fue él, por caso, quien ofició de peluquero para darles la bienvenida a los pibes que hacen la primera pretemporada, en ese ritual que los más grandes ejercen sobre los más chicos. Y el defensor no sólo usó las tijeras. En definitiva, usó su nueva posición.
«Rojo llegó y en poco tiempo nos dio una mano grande. Nos ayudó mucho a recuperar a Almendra”, Le reconoció Riquelme también en este aspecto. En efecto, el central se hizo compinche del volante en muy poco tiempo, a tal punto de irse unos días de descanso en familia al Sur y de compartir varias historias en Instagram. Esa influencia sobre un jugador que tenía Boca perdido, fue el primer paso de Rojo en esa otra faceta, en la que aportar aportar más que en el plano futbolístico, por esas lesiones musculares que le sacaron continuidad.
Marcos Rojo, de vacaciones junto a Almendra en el Sur de la Argentina (Instagram).
Sus otras señales está en las redes sociales. Allí, con publicaciones diarias y permanentes, Marcos no sólo se muestra con mensajes de aliento y de identificación hacia el club, sino siempre incluyendo a otros jugadores, incluso haciendo parte a los más pibes.
El zaguero, es claro, es como un teniente de esta nueva era. Si, el Comando Rojo ya está a las órdenes …