La causa que tiene como protagonistas a Juan Román Riquelme y su hijo Agustín continúa avanzando en la Justicia. Hace poco más de un mes, los Riquel ha sido elevado a juicio en una investigación llevada adelante por la fiscal Celsa Ramírez, a cargo de la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas N ° 35 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. ¿El motivo? La presencia de Agustín Riquelme en uno de los palcos de la Bombonera, observando un Boca-río, cuando hacía menos de 24 horas había regresado de un viaje por Cancún y no había cumplido con la cuarentena obligatoria.
palco riquelme
El 14 de marzo pasado, Boca y River igualaron 1 a 1 en el Templo por el Interzonal de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol. Esa noche, las cámaras de TV capturaron el momento en que Juan Román Riquelme, su hijo Agustín, el Chipi Barijho y Jorge Bermúdez observaban el partido sin respetar casi ningún protocolo. La ventana del palco estaba abierta, es cierto, pero sólo el Patrón llevaba puesto barbijo. Pero eso no era todo: Agustín había vuelto el día anterior de un viaje de egresados en México en el que, además, se encuentra detectado 44 casos de Covid positivo.
Juan Roman Riquelme imagen tv
Román y Agustín se encuentran imputados por el Artículo 205 del Código Penal de la Nación (violar las medidas deseadas por las autoridades para impedir la propagación de una epidemia) y el 202 (propagar una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas). El primero es excarcelable: conlleva una pena de entre seis meses y dos años de prisión. El segundo, no: de tres a 15 años adentro.
Días después del elevamiento a juicio, ya través de un escrito, Román y Agustín intentaron desligarse del tema. Román expresó: «Si bien sería una necedad desconocer mi posible ‘influencia’ para solicitar a los responsables de la organización y del control del acceso público -hoy gravemente restringido-, que admitan a alguien, no tengo facultades para ello. No es mi función. Tampoco incluí a mi hijo Agustín en ninguna lista. Tal afirmación es una suposición de la fiscalía «. Es decir: su hijo estaba en el lugar, pero él no lo hizo entrar.
Riquelme con su hijo Agustín y Federer.
Agustín, a su vez, explica que no debe permanecer aislado pese a haber compartido el viaje con 44 personas infectadas, ya que había contraído el virus unos meses antes y no era necesario el aislamiento: «Las personas que están contraído el virus Covid-19 y han sido dadas de alta dentro de los 90 anteriores al viaje y regreso del mismo no tenían obligación de presentar el análisis conocido vulgarmente como PCR y, consecuentemente, tampoco quedaban obligados a aislamiento alguno «. Para la fiscal, el joven debe haber hecho la cuarentena igual.
Agustín y Román afrontan una causa en la Justicia.
«Es una causa que no tenía mucha investigación porque el hecho estaba a la vista de todos. Es más, y es mas los propios periodistas lo alertaron. Lo concreto es que ya la causa ya está requerida a juicio, y ahora están en diálogo para ver si se puede hacer una probation«, le confiaron a Viejo fuentes cercanas a la causa. Y añadieron: «Los Riquelme hicieron su descargo y Román informó que estaban todos autorizados para estar en el palco. Lo único irregular que no reconocieron es que el hijo violó la cuarentena. Y no hay forma de revertir eso «.
La probation o suspensión del proceso a prueba es un beneficio al que pueden acceder aquellos imputados que cumplan ciertos requisitos legales. Por ejemplo, no tener antecedentes (es el caso de Román y Agustín) y el tipo de delito por el que se los acusa. Y esa, al parecer, sería la carta que jugarían JR y compañía para zafar del juicio. Por ahora siguen las charlas, todavía sin resolución.