Vuelve el público, el ’¡Real, Real!’, el ambiente a las gradas. Vuelve el fútbol de verdad a Gipuzkoa. 500 aficionados han dado vida y calor a las butacas azules de la cancha habitual del equipo femenino, que además ha logrado agitar a la hinchada con una actuación convincente, plena de energía y juego hasta el descanso, y con el gol de penalti de Nerea Eizagirre. Desde que el Gobierno Vasco autorizó la presencia de un máximo de 800 aficionados para recintos como el ‘z7’, con cabida para 1.300, la Real se puso manos a la obra y colocó ese mismo número de localidades a la venta el mismo sábado. Han respondido medio millar de seguidores, la mayoría con su elástica txuri urdin, y con muchas ganas de ver fútbol y animar en la calurosa tarde en Gipuzkoa. Además, se están respetando las medidas de seguridad, todos llevan sus mascarillas y no hay posibilidad de realizar consumiciones durante el partido.