«Estoy 42 años en el fútbol. Es muy fácil googlear quién es Andrés Fassi en el fútbol». Fassi decidió definitivamente, en una conferencia de prensa, expresar todo lo que viene debatiendo puertas adentro sin éxito en la AFA. El cordobés es presidente de Talleres desde noviembre de 2014, a punto de cumplir diez años en un club que tiene claramente su impronta. Con su pasado en el Grupo Pachuca y como ex dirigente de esa institución mexicana, en la T pudo llevar adelante sus ideas, con un equipo que pasó de jugar el Federal A a la Primera División y jugando torneos internacionales. Caso curioso, hoy es presidente de FC Juárez (desde septiembre del año pasado), además de Talleres
Excéntrico, hombre de negocios que en los últimos tiempos como parte de un grupo económico estuvo en España negociando la compra de clubes como el Granada y el Espanyol, en Talleres se destacó por la política de refuerzos y sobre todo por la cantifad de ventas millonarias que realizó. Basado en un muy buen scouting, supo adquirir jugadores que no eran de renombre a precios bajos y luego venderlos en cifras muy altas. Casos como los del ecuatoriano Piero Hincapié, campeón en el Bayer Leverkusen y titular en Ecuador, fueron moneda corriente. El último, el de Ramón Sosa, el paraguayo que presionó para irse y se terminó vendiendo al Nottingham Forest. Y emergen otros casos, como el del colombiano Valoyes.
Talleres («tenemos 2.000.000 de hinchas», destacó el dirigente) creció de la mano de Fassi con un modelo diferente de lo habitual en el fútbol argentino. Con el perfil empresarial y de negocios, siempre fue mirado de reojo por el resto de los dirigentes. Crítico sobre la venta de derechos del fútbol argentino y de la organización en general de la AFA, lo supo expresar internamente. Y pese a que algunos de sus análisis tienen lógica, no tuvo quorum puertas adentro en una dirigencia que ya se encamina a la nueva reelección de Tapia en octubre (se adelantó seis meses, estratégicamente).
Es la primera vez que Fassi, de 62 años, es tan duro con Tapia y la AFA, más allá de que siempre expresaba su disconformismo y pedía cambios. Justo en un momento en que hay una grieta por los clubes como asociaciones civiles y el empuje de las SAD (Sociedades Anónimas Deportivas) por parte del Gobierno. La gestión de Fassi en Talleres, más allá de ser un club con clara movilidad social, siempre se destacó por la definición de estructuras profesionalizadas, con el Pachuca (club de origen de Fassi, al que dejó en 2022) como modelo.
Prensa Talleres
Hoy Fassi decidió dar un golpe mediático hablándole nada menos que a Tapia, nombrándolo varias veces y pidiéndoles cambios, aclarando que no aspira a ser presidente de AFA. Cuando se piensa en un nuevo torneo de 30 equipos para el 2024, Fassi dejó en claro que debe reducirse la cantidad de equipos. Más allá de que algunos creen que algunos planteos son lógicos, no hizo migas con los demás dirigentes del Comité Ejecutivo de AFA. Tanto que, como bien explicó, sólo uno lo llamó después de este episodio.
Aprovechando el escándalo con Merlos, Fassi salió a pegar duro. En la conferencia de prensa le preguntaron si había tenido algún apoyo del Gobierno en estos momentos y respondió que no en una conferencia de prensa tan larga como inesperada.
Las acusaciones de Tapia
Fassi –