Cada vez es más probable que Federico Chiesa se una al Barcelona, en medio de informes de que la Juventus aceptará una oferta deficitaria, pero sus demandas salariales son un problema importante.
El extremo está fuera de la convocatoria y no forma parte de los planes del nuevo entrenador Thiago Motta, aunque la impresión es que su exclusión fue tanto una decisión del club como del técnico.
Su contrato expira al final de esta temporada, por lo que debe ser vendido para evitar perderlo en una transferencia libre, y 15 millones de euros es la cifra mínima para que la Juve evite tener una pérdida neta en la compra de 60 millones de euros.
Sin embargo, la necesidad de sacarlo de los libros es más fuerte que eso y Calciomercato.it sugiere Los bianconeri están dispuestos a bajarlo aún más.
Chiesa es demasiado cara para el Barcelona en estos momentos
El agente Fali Ramadani está negociando actualmente con el Barcelona para cerrar un acuerdo y Nota de relevo que si bien no era el Plan A, ni siquiera el Plan B, el internacional italiano servirá.
Los problemas persisten, en concreto Chiesa y sus exigencias salariales de 7 millones de euros, que actualmente no son posibles para un Barcelona obligado a vender jugadores para no infringir las reglas del Fair Play Financiero.
Eso supondría un aumento respecto a los cinco millones de euros por temporada que el italiano gana en la Juve.