Uno, dos, tres, cuatro… Los goles caían como lluvia en Avellaneda hasta llegar a la media docena en la Academia. Después de varios partidos, Gustavo Costas pudo despegarse de tanta tensión y disfrutó de un partido gracias a la lección de fútbol y contundencia que brindó su equipo. Pero ahora se le vendrá un hermoso “problema” al técnico de la Academia: la elección de los 11 titulares para recibir el domingo a Independiente, después de que todos jugaran muy bien.
“Siempre les pido que me armen un quilombo… Hoy (ayer) jugaron muy bien todos, gracias a Dios. Me armaron un quilombo bárbaro con este partido que hicieron, je, Yo les pido que mejoren siempre”, soltó el DT en la conferencia de prensa.
Costas, catando con los hinchas de Racing
Cuando terminó el partido y los hinchas empezaban a vivir el clásico de Avellaneda, al propio Costas se lo vio cantando “que el domingo, cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”. Sí, apenas se había consumado el pase a los cuartos de final, el entrenador ya comenzó a palpitar el derbi. Como conductor de equipo y más aún como fana de la Academia.
“Siempre digo que los clásicos -aseguró- no se juegan, se ganan. Les pediré a los jugadores que tengan la cabeza fría y el corazón caliente para el domingo”. Costas ya ganó el primer clásico de ciudad con aquel 1-0 (gol de Maravilla Martínez) y se ilusiona con repetir. Sueña, también, con la gloria. “El sueño de ganar los dos campeonatos lo tenemos. Podremos jugar bien o mal en algunos partidos, pero nadie nos puede quitar ese sueño”, dijo el entrenador.
Para Costas era un examen muy importante el de Racing
Más allá del resultado abultado, para Costas haber superado este partido fue aprobar un examen importante por el contexto de la antesala del derbi y porque fue en la definición de la serie: “Teníamos una prueba hoy, había que ganar con nuestra gente. Hicieron un muy buen partido, lo definieron muy rápido. Entendieron que había que jugarlo así. Con seriedad, sin relajarnos nunca”.