La Selección Colombia femenina logró dejar el fútbol femenino en alto en los Juegos Olímpicos de París 2024 y pese a que iba ganando 2-0, no consiguió el paso a semifinales tras empate agónico de España y caer en penaltis 4-2 ante España, quedando la sensación que pudo seguir avanzando.
Aunque no lograron llegar a luchar por una medalla olímpica, Colombia confirmó el crecimiento que ha tenido en los últimos años en la escena internacional del fútbol femenino, pues han cosechado buenos resultados y compitiendo a un alto nivel.
La tarea de Colombia en París era sencilla: pasar la fase de grupos, debido a que en las dos ediciones anteriores que disputó en Río 2016 y Londres 2012, donde no había conseguido clasificar de ronda.
Es decir, el objetivo quedó cumplido y por primera vez lograron un honorable diploma olímpico, más la sensación de que a futuro pueden seguir demostrando sus avances en el balompié femenino.
Resultados históricos de Colombia en últimos años:
Luego de no llegar a participar en el Mundial de mayores de Francia 2019 y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el seleccionado femenino logró dar un salto de calidad durante esos últimos cinco años, donde llegaron cuerpos técnicos que lograron descubrir nuevos talentos y aprovechar la marcha de algunas figuras al exterior.
Durante esos cuatro años, a las futbolistas de Colombia se les metió en la cabeza ser competitivas, porque si antes con menos recursos y talento lograban ir a torneos internacionales, la tarea era volver, pero a jugar de tú a tú a potencias mundiales.
En ese lapso, Colombia mantuvo una base de jugadoras experimentadas como Catalina Usme, Catalina Pérez, Leicy Santos, Liana Salazar, Daniela Montoya, Sandra Sepúlveda y Lady Andrade, pero también aprovechó el crecimiento exponencial de Linda Caicedo, Mayra Ramírez, Manuela Vanegas, Jorelyn Carabalí, Daniela Arias, Daniela Caracas, Ángel Barón, entre otras, quienes aprovecharon la Liga Femenina para iniciar su camino como futbolistas y ser ese recambio generacional que ayudó a potenciar el seleccionado.
Los primeros grandes resultados llegaron desde que se compitió en Bolivarianos y Copa América Femenina. Allí el seleccionado logró ser campeón y subcampeón respectivamente, dejando una grata imagen.
Eso hizo que el chip cambiara y el proceso continuó con amistosos con potencias mundiales como Estados Unidos, pero más allá de eso, lograron clasificar de nuevo a un Mundial femenino de mayores, siendo en Australia donde lo consiguieron. El objetivo era pasar de fase de grupos y lo consiguieron tras llegar a cuartos de final.
El buen rendimiento hizo soñar con más a la Selección y por eso fue invitada a la Copa Oro femenina, donde compitió y avanzó de grupos en su primera participación, llegando hasta cuartos contra Estados Unidos, con quien dejó una buena imagen.
Luego de ese reto continental, el camino continuó en París, donde ya estaban más selecciones competitivas que buscaban el oro como lo fue Francia, Canadá y Nueva Zelanda. Sin embargo, el nivel se mantuvo, pese a la dificultad de los juegos.
Contra España parecía que iba hacer el batacazo de la generación, pero el cansancio físico pasó factura y es una de las grandes debilidades de esta Selección Colombia femenina, pues muchas aún no están preparadas en esa parte para aguantar tantos minutos de juego.
Pese a ello, hay todavía una generación vigente y estos últimos cinco años han sido de aprendizajes, donde se han probado con las más top, además, muchas de ellas ya compiten en el exterior y eso les permitirá llegar más maduras para futuros torneos internacionales.