A pesar de la expectativa que se había generado luego del encuentro en Madrid entre el vicepresidente de River Matías Patanian y el representante de Iker Muniain, Omar Rodríguez, el volante español de 31 años que es ídolo del Athletic Bilbao y fana del club de Núñez no cumplirá su sueño de ponerse la Banda por una decisión estrictamente futbolística de Martín Demichelis, y que coincide con la evaluación de los dirigentes de Núñez.Para
Para Demichelis, la prioridad es que el séptimo refuerzo del plantel sea un volante veloz y desequilibrante que compense las características de juego que aportaba Esequiel Barco, transferido al Spartak de Moscú.
Eso, entonces, no compatibiliza con un Muniain que en la última temporada en el Athletic se desempeñó de interior generador de juego y ya no como aquel extremo que se destacó con Marcelo Bielsa como deté.
«Con el tema Muniain hay que ser cuidadosos, por eso dije el otro día que no quería hablar de cosas hipotéticas, me gusta hablar de cosas reales para no jugar con la ilusión de alguna persona», planteó Demichelis en la conferencia posterior al 2-2 contra Lanús, en la que insitió en que «no me gusta jugar con la ilusión de los nombres y de las personas». Poco enfático, los tonos y los planteos hablaron por sí solos.
Ahora bien: la consideración del DT coincide con la de los dirigentes. Ambas parten han sacado como conclusión que el contexto de River no hace match con un futbolista que atraviesa la etapa final de su carrera y que deberá hacer una adaptación quizás más ardua que la de otro futbolista: nunca jugó más allá de los límites de Bilbao.
En ese sentido, todos en Núñez comprenden que la apuesta por Munain tendría escasas garantías de éxito en un semestre que puede ser determinante para Demichelis por los objetivos que están trazados. Siendo la Copa Libertadores la máxima ambición.
Que el cupo no tape el bosque
Confirmada la liberación de una plaza de extranjeros por la jura y la naturalización de Paulo Díaz -y con la posibilidad latente de que Adam Bareiro tampoco ocupe un slot a corto plazo- la condición de foráneo de Muniain no fue de modo alguno una traba para que el bilbaíno se sumara.
En cualquier caso, de ser requerida, en River prefieren usar esa ventana con un jugador de características más agresivas, picantes, que le aporte otro ritmo a un ataque que quizás frente a Lanús desnudó su falta de vértigo. Algo que por su presente, Iker no habría podido asegurar.