Lógicamente, hay preocupación en Leandro Romagnoli y su cuerpo técnico. A una semana de volver a jugar por los porotos y nada menos que el clásico con Huracán, el plantel de San Lorenzo perdió a su goleador y capitán (Bareiro se fue a River), a su lateral derecho titular (Giay vendido a Palmeiras) y el suplente (Gonza Luján) está en Francia para disputar los Juegos Olímpicos. Encima, Cristian Ferreira es otra baja, ya que fue marginado del plantel, y hasta el momento el único refuerzo confirmado es Matías Reali. Sin embargo, este viernes apareció una bocanada de aire para el deté, ya que se cerró de palabra la segunda cara nueva: Nicolás Tripichio.
Luego de haber sondeado a Juan Barinaga de Belgrano y haber hecho una oferta que no prosperó por Armando Méndez de Newell’s, en el Ciclón pasó a ser un objetivo el lateral derecho de Defensa y Justicia y finalmente las partes sellaron el pacto, que esperan firmar en los próximos días.
El jugador de 28 años, de gran nivel el último tiempo en el Halcón de Varela, llegaría a cambio de cerca u$s 700.000 que desde Boedo desembolsarían para quedarse con el 80% de su pase y pondrá el gancho en un contrato que tendrá como fecha de vencimiento diciembre de 2027.
Claro, para que Reali, Tripichio y algún otro refuerzo que pueda llegar puedan ser parte del equipo, el CASLA tiene que levantar las inhibiciones que hoy tiene, por una cifra cercana a los tres millones de dólares.
De todos modos, la intención es seguir avanzando en el mercado y tratar de concretar la llegada de un delantero para cubrir el vacío que dejó Adam Bareiro. La negociación por Mauro Méndez de Estudiantes quedó en stand by por el momento y siguen charlando por Santiago Rodríguez de Instituto. El Pipi espera y, por ahora, no desespera.