Felipe Peña fue el único refuerzo de River presente en el primer día de la pretemporada y el volante central de 23 años formado en Núñez y repescado de Lanús en este mercado de pases demostró su felicidad en cada saludo, en cada sonrisa, en cada charla con sus nuevos y antiguos compañeros, en cada gesto cómplice con esos amigos con los que había dejado de convivir todos los días desde que fue cedido a préstamo a Arsenal y luego al Granate. Fue, también, muy satisfactorio para el futbolista el reencuentro con el entrenador Martín Demichelis, quien tomó la decisión de recuperar a un joven que puede sumarle alternativas tanto en el mediocampo como en la zaga central, puesto en el que se destacó con Marcelo Gallardo como DT.
Peña Biafore, obviamente, no precisa tiempo de adaptación al club como tampoco resultó necesario realizar una presentación formal al grupo porque se trata de un jugador que se crió en River y que tiene a su hermano menor, Leandro, como capitán de la Reserva. Por eso, para el plantel también fue una gran alegría la vuelta del volante que fue figura el Monumental jugando para Arsenal en el 1-2 del 26 de febrero de 2023 y que en Lanús se destacó en 24 partidos convirtiendo además tres goles.
Felipe fue la única cara nueva de River en el inicio de la pretemporada en el Camp de Ezeiza porque el resto de los refuerzos abrochados por el club aún no terminó con todos los pasos para poder entrenarse con el equipo: Federico Gattoni y Franco Carboni firmarían el contrato este martes y tal vez se sumen al grupo en la práctica vespertina o recién el miércoles; Jeremías Ledesma viajó a España por trámites personales y su incorporación sería cerca del fin de semana y la llegada de Adam Bareiro aún está rodeada de trabas y mucha incertidumbre.
La competencia de Peña por el puesto
A pesar de su capacidad para desempeñar diferentes funciones dentro de un equipo, el puesto natural de Peña es el de volante central, una posición que quedó sin un titular indiscutido desde la partida de Enzo Pérez. Porque Rodrigo Villagra llegó como refuerzo para reemplazar al capitán e ídolo pero nunca estuvo a la altura de la expectativas ni de la inversión económica que hizo River por el ex Talleres. Porque Nicolás Fonseca tuvo un rendimiento irregular y demostró más virtudes ofensivas que defensivas. Y porque Matías Kranevitter nunca logró afianzarse debido a las alternadas lesiones que sufrió.
En este contexto, Felipe Peña es una opción más, con evidentes características de los históricos 5 de River: posicionales, inteligentes, defensivos por naturaleza y con simpleza y precisión en la distribución, y con cualidades físicas y -sobre todo- técnicas para meterse en la cueva en casos eventuales. Por el momento, el volante central que volvió a su casa de Núñez desde Lanús tiene el objetivo de prepararse de la mejor manera y de demostrar en cada entrenamiento que está en condiciones de adueñarse de ese puesto crucial en la columna vertebral de este River que tiene como objetivo la Copa Libertadores y que enfoca el trabajo de preparación que arrancó este lunes en el duelo de octavos de final frente a Talleres, el 14 (en el Kempes) y el 21 de junio (en el Monumental).