La falta de remates condenó a España en su estreno en la Eurocopa contra Suecia en Sevilla (0-0), el mismo día en que Patrik Schick dio la victoria a República Checa con un doblete en Escocia (2-0) y en el que Eslovaquia sorprendió a la Polonia de un desaparecido Robert Lewandowski en San Petersburgo (2-1).
España y Suecia tuvieron muy claros sus respectivos planes de juego desde el principio del partido, disputado en una calurosa noche sevillana ante 12.517 espectadores, el total de las entradas vendidas para este encuentro.
La Roja tuvo la posesión del balón y del juego, hasta el punto que en la primera parte conectó 303 pases, pero muy pocas llegadas al área de su contrincante.
Suecia, por su parte, esperaba en su campo para tratar de sorprender a la contra y con balones largos en busca de Alexander Isak y Marcus Berg.
España intentó hacer daño por las bandas, por donde aparecían continuamente sus extremos para meter balones al área.
Sobre el final, Gerard Moreno logró cabecear frente al arco para encontrarse con una soberbia parada de Olsen (90), quien también detuvo un remate de Pablo Sarabia (90+3) con el que prácticamente se acabó el encuentro.