San Lorenzo no pareciera tener paz. En medio de las complicaciones que se gestaron en los últimos tiempos tras la turbulenta salida de Ruben Darío Insua y la tensión por por avanzar en la Copa Libertadores, el club recibió una intimación formal por parte de la abogada que formó parte del litigio que hubo con Lucas Menossi: se trata de unos 550 millones de pesos por los honorarios.
De esta manera, los problemas económicos se siguen sumando, un inconveniente que viene de arrastre y que deberá solucionar en el corto tiempo si desea incorporar en el próximo mercado de pases. En este caso, la demanda la inició la letrada que defendió al Ciclón en el juicio que el jugador inició durante la gestión de Horacio Arreceygor reclamando cerca de 10 millones de dólares, al considerarse despedido por falta de pago. La abogada indicó que todavía no recibió el pago por sus servicios prestados.
Esta situación se suma a las inhibiciones que recibió San Lorenzo hace algunas semanas por parte de la FIFA por deudas con Monterrey de México (por la compra de Bareiro), Xolos de Tijuana (por el Torito Rodríguez) y Ferencvaros (por Carlos Auzqui), que generan un total de casi u$s 2.000.000. A su vez hay otra con Cristian Zapata, de u$s 250.000, quien inició un reclamo y, en caso de no haber acuerdo, puede terminar convirtiéndose en una nueva inhibición para el club azulgrana.
Siguiendo con esa línea, poco después, se confirmó otro impedimento -un tanto insólito- de incorporar para San Lorenzo: le debe ¡1000 dólares! a Independiente Santa Fe por el mecanismo de solidaridad de Yeison Gordillo.
En definitiva, otra mala noticia para Boedo y su dirigencia, que tendrá que encontrarle solución a esta situación y las otras que ya están en el TAS, ya sea cancelando las deudas o renegociándolas para poder levantar las inhibiciones y tener la chance de contratar caras nuevas para el plantel del Pipi Romagnoli de cara el segundo semestre del año.