ERLING HAALAND fue abofeteado por el árbitro en el descanso del thriller del Manchester City contra el Real Madrid.
El delantero se enfureció con el dirigente francés Francois Letexier durante el emocionante empate 3-3 del martes en España.
Letexier accidentalmente atrapó a Haaland en la cara con el dorso de la mano mientras salía del campo.
El incidente se produjo tras el pitido del descanso en el Santiago Bernabéu.
Haaland levantó las manos en el aire en respuesta mientras se giraba para mirar al árbitro, quien le puso las manos encima para disculparse y comprobar si estaba bien.
Letexier había estado gesticulando mientras lidiaba con las protestas del lateral del Real Madrid Dani Carvajal.
Los aficionados reaccionaron rápidamente al incidente en las redes sociales, y uno de ellos comentó: «El árbitro abofetea a Haaland para ver si se despierta en la segunda parte».
Otro agregó: «El árbitro no pudo verlo porque estuvo fantasma durante toda la mitad».
Un tercer aficionado también bromeó: «La llamada de atención del árbitro».
Mientras tanto, uno más escribió: «No vio que Haaland estaba en el campo».
Lo más leído en la Champions League
ESPECIAL DE CASINO – LAS MEJORES OFERTAS DE BIENVENIDA DE CASINO
Haaland había soportado una primera parte difícil en la capital española, ya que sólo logró cuatro pases.
Además, sólo pudo realizar un único disparo a portería, que detuvo el portero del Real Madrid Andriy Lunin.
A pesar de los problemas de Haaland, el City tomó una temprana ventaja el martes por la noche gracias al extraño gol de Bernardo Silva.
Sin embargo, dos goles en dos minutos de los locales completaron una dramática remontada en la primera mitad.
Un gol en propia puerta de Rubén Días igualó el marcador antes de que Rodrygo adelantara a los blancos.
Phil Foden empató el triplete después del descanso con un impresionante disparo desde fuera del área.
Luego, el City completó su propio cambio cuando Josko Gvardiol recuperó su ventaja.
Esa ventaja duró sólo ocho minutos antes de que Federico Valverde hiciera el 3-3 para dejar la eliminatoria en el equilibrio de cara al partido de vuelta.