En Universidad de Chile ya se preparan para su duelo ante Deportes Copiapó, el que se disputará el lunes 04 de marzo. Y en la previa de este encuentro, el DT Gustavo Álvarez habló con los medios de prensa.
«Tenemos que mejorar la velocidad del primer pase, así una vez que tenemos posibilidades de salir, el rival no se puede recomponer. Tenemos que encontrar más calidad en el segundo pase, ser verticales, el pase a la espalda de los medios rivales para ponernos de cara a la última línea rival», explicó respecto a los aspectos a mejorar para este duelo.
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«Sufrimos una medida incoherente, va en contra de los hinchas de Universidad de Chile y del fútbol. El otro día, la conducta del hincha fue ejemplar y ahora se le impide ir al estadio. No tiene lógica», explicó Álvarez.
Pero esto no fue todo, ya que el entrenador de la ‘U’ también se refirió al estado físico del Lucas Assadi: «Está con una progresión por un tremendo golpe que recibió en el último partido. Quedan dos entrenamientos, viene evolucionando favorablemente, pero hasta último minuto no voy a decidir los nombres propios», dijo.
«No puedo generalizar, pero cuando las críticas no son producto de la expectativa, sino de la exigencia, se transforma en presión. Y estamos hablando de un jugador muy joven. Es un jugador categoría 2004. No siento que a Lucas se le acompañe, se le exige lo que tiene que ser y no cómo. Creo que esta generación de jugadores menores de 25 años tiene un retraso madurativo, estuvieron casi dos años sin entrenar. No hay muchos jugadores destacados nacidos del 2004: Garnacho, Vitor Hugo y ahora apareció Barco. No hay mucho más», complementó.
Finalmente, Gustavo Álvarez dijo que Lucas Assadi es «un jugador que se tiene que completar, producto de su juventud. Se lo viene exigiendo desde los 17 años. Se le exige que sea el “10″, el líder de la U y de la selección. Dentro de lo que tiene, es tan bueno que genera mucha expectativa, pero es injusto transformarla en exigencia. Es un mediapunta que puede transformarse en enganche. Puede mejorar el pase, pero no es un enganche neto».
«Es un error que jugadores jóvenes tomen la bandera del equipo, es al revés: necesita un equipo que juegue muy bien para que pueda desarrollarse y crecer, potenciando sus virtudes, que no sea el responsable de sacar al equipo adelante. Tiene que ser un eslabón más», cerró.