Walter Bou había puesto el 1-0 en el primer tiempo y, ya en el segundo, Augusto Lotti clavó el inesperado 2-0 cuando Boca atacaba con énfasis y el Grana defendía la ventaja inicial.
Enseguida, como era de esperarse, las cámaras enfocaron el palco donde Riquelme se situó para seguir el encuentro. Y se lo vio justo de espalda tras la segunda conquista de Lanús. Como no queriendo mirar lo sucedido en ese momento La Fortaleza. Lamento absoluto, seguramente, justo cuando Boca hacía méritos (sin ser totalmente abrumador) para llegar a la igualdad.
Ahora se viene River, ni más ni menos…