Es la sensación del momento en River, pero eso no quita que Franco Mastantuono esté haciendo sus primeros en el fútbol: lleva un puñado de partidos y un gol en la Primera. A esta altura de su carrera, es normal que a pibes como él les pregunten a quiénes admiran. «Siempre miro a Messi, que es mi ídolo, y también me gusta observar a Neymar y Phil Foden», le había contado al sitio oficial hace algunos años. Pero la pelota no es lo único en su vida. Vale recordar que Mastan, antes de ser un futbolista con mucha proyección, era un tenista con un futuro promisorio. De ahí, se ve, le quedó una idolatría un tanto inesperada para sus seguidores…
En 2016, cuando el pibe tenía nueve años, la selección argentina de tenis se consagró campeona de la Copa Davis por primera vez en su historia. El punto definitivo, el de la consagración, lo consiguió Federico Delbonis, que hace poco anunció su retiro y dialogó con Olé del asunto. A ese tenista de 33 años, Mastantuono le dedicó un mensaje muy emotivo para felicitarlo por su carrera.
«Sos enorme, Fede. Increíble carrera, te merecés lo mejor siempre, muchas gracias por todo. Un ejemplo para el deporte argentino», rezaba el posteo del jugador de River, que así como apoyaba a muchos deportistas se está haciendo su propio nombre y consiguiendo que los pibitos lo alienten a él.
El posteo de Mastantuono felicitando a Delbonis
Delbonis y el retiro del tenis, con Olé
En una charla con Olé, Fede dio algunas precisiones sobre cómo llegó a tomar la decisión de dejar la raqueta: «Me costaba mucho y tenía que hacer más cosas para poder estar en mi plenitud y en el último año no sentí que pudiera hacerlas: pasé varios días con muchos dolores, el post de cada partido era diferente y me costaba mucho más recuperarme. Y sabía que estaba jugando bien al tenis, pero no estaba 100% porque me faltaba un poco de físico y yo siempre confié en mi físico».
Por el cariño de los hinchas, Delbonis dijo que «estuve alejado del circuito y ver que todavía la gente me saluda y me siga recordando mientras voy caminando con mi familia de vacaciones es algo llamativamente hermoso que creo que les pasa a todos los chicos de la generación de la Copa Davis. Sin embargo, cuando uno lo vive en carne propia le parece increíble».
La anécdota de Delbonis con Maradona
«La verdad es se me pone la piel de gallina. Tengo un recuerdo hermoso de Diego: vino a nuestra sala de masajes, que era un confesionario como el de Gran Hermano, porque, más allá de los masajes, hay charlas, hay mates… Ahí les contamos a los fisios ciertas cosas que quedan ahí y no hablamos en otro lado. Es mucho más que solamente la sala de tratamiento. Y Diego vino ahí, que era nuestro lugar. Él fue muy educado, siempre preguntando si podía pasar. Y cuando se abrió la puerta se respiró otro ambiente. ¡Fue algo impresionante! También tengo unos audios, que me los voy a quedar para mí, en los que él mismo me dijo palabras tan lindas. Pensar que para la gente fue alguien tan inspirador, alguien tan querido y un referente. Y que me haya dicho eso cuando él hizo feliz a un país entero, lo considero que son palabras muy mayores. Me movilizó realmente».