Animal del área”. Así lo definió Costas a primera vista. Por eso lo llamó: tenía el presentimiento de que iba a encajar en este Racing. Y, con más de 40 años de fútbol en el lomo, Gustavo no se equivocaba…
Luego de adaptarse al equipo y encontrar el tándem ideal con sus compañeros, Adrián ‘Maravilla’ Martínez se destapó con tres gritos y una asistencia ante San Lorenzo para cantar bingo al llenar el cartón: les convirtió a todos los grandes del fútbol argentino. Con la camiseta de Instituto, a Boca, Independiente y Racing. Con la de Atlanta, a River por la Copa Argentina 2017 y, con la de Racing, al Ciclón.
Una historia de película
Esa rebeldía que le dio en el clásico a Racing, se forjó en los baldíos, con una historia a base de trabajo y esfuerzo. El delantero no se forjó en las divisiones menores de ningún club, a excepción de un breve paso por Villa Dálmine a los 17 años, y de chico solo jugó para su club local, Las Acacias. En ese entonces, Martínez trabajaba como recolector de basura y albañil, hasta que un accidente en moto hizo que perdiera su trabajo.
En el año 2014 ocurrió otro episodio que marcó su vida por completo. En un hecho de inseguridad balearon y mataron a su hermano y él fue arrestado por error tras ser acusado de quemar y robar la casa del asesino.
Tuvo su debut en Defensores Unidos, en 2015. Dos años más tarde, en 2017, lo fichó Atlanta y debutó en la B Metropolitana. Luego emigró al fútbol paraguayo: pasó por Sol de América, Libertad y Cerro Porteño. A principios del 2023, Instituto fichó al goleador y, tras ocho años de carrera futbolística, debutó en la Primera del fútbol argentino. Ayer, con un Cilindro repleto, el 9 le mostró a la gente de la Academia por qué lo apodan Maravilla…
Los goles de Martínez vs. San Lorenzo
Liga Profesional – 10-2-2024