En 2023 fue una pieza clave, el jugador más desequilibrante que tuvo Ruben Darío Insua en su San Lorenzo, que a pesar de algunos altibajos terminó haciendo un buen año y logrando la clasificación a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Por eso, ahora, de cara al duelo del lunes ante Unión en el Pedro Bidegain, uno de los grandes objetivos es poder recuperar a Nahuel Barrios.
El Perrito no arrancó bien el 2024. Durante la pretemporada no pudo trabajar con normalidad por molestias que no le permitían estar en plenitud e incluso llegó con lo justo al debut con Lanús, en el que apareció jugando como segunda punta, acompañando a Adam Bareiro. Sin embargo, un golpe en el tobillo y lo apretado del calendario, que deja poco margen para la recuperación, no le permitió estar desde el arranque ante Belgrano.
Ingresó en el complemento, plantado por el centro, al lado del volante central, y participó en varias jugadas de ataque. El Gallego lo sigue con atención para saber si podrá contar con él para el duelo frente al Tatengue y en la primera práctica post empate en la Docta, el escenario es auspicioso: el 10 cuervo trabajó con normalidad.
Todo indica que el lunes podrá ser parte de la formación inicial, entonces deberá definir el entrenador quién es el que deja su lugar para que entre Barrios. Una opción es que vuelva a jugar como delantero, como en la primera fecha, y que Tarragona vuelva al banco; mientras que la otra podría ser que ocupe el lugar de Irala, para jugar al lado de la Roca Sánchez por el centro del campo, teniendo más obligaciones de conductor.
La otra buena nueva que recibió Ruben Darío es que Gastón Hernández también está bien. El mendocino que estuvo muy cerca de irse a Grecia y por eso no sumó minutos ante el Granate, fue titular contra el Pirata pero debió ser reemplazado, en el complemento, por un calambre. Finalmente, los médicos chequearon que fue solo eso, producto del cansancio, y no tendrá dificultades para salir a la cancha ante los del Kily.