El frente interno que atravesó Martín Demichelis durante el segundo semestre de su primera temporada como entrenador de River tenía un trasfondo futbolístico que se palpaba adentro y afuera: el entrenador, como buena parte del colectivo riverplatense, entendía que el plantel profesional necesitaría naturalmente un recambio generacional. Aunque MD subrayara desde su primer día que él no mira los DNI de sus futbolistas para armar sus equipos, los DNI a veces no mentían a los ojos del deté: más allá del refresh de ascendencia dentro del vestuario que suponen las bajas de mercado de este verano, parte de la idea del cuerpo técnico y de la dirigencia obedece también a renovar piernas y, como resultado, bajar un promedio de edad que estaba muy alto para los parámetros del fútbol actual. Así es como el staff fijo a cargo de Micho bajó casi tres años de promedio de un plumazo entre la segunda mitad del 2023 y este inicio de 2024.
La media etaria del CARP el semestre pasado era de 28,2, la segunda más alta entre los clubes de Primera (sólo superada por la del ya descendido Colón, con 28,6), y luego de los movimientos del corriente libro de pases combinados con la promoción de juveniles hoy la plantilla redujo ese promedio a 25,4. Claro, los valores numéricos en frío son apenas el resultado de una política de rejuvenecimiento que ineludiblemente también está linkeada a la renovación de liderazgos que en algunos casos, especialmente el del ahora excapitán Enzo Pérez, ya no eran del todo compatibles con el técnico.
River Plate – 7-1-2024
La llegada de River a Orlando para realizar la pretemporada
Así es como los años nuevos suponen una vida nueva para River y para el propio Demichelis, que tendrá a partir de ahora un vestuario más amable, con la famosa mesa chica de los ocho referentes reconfigurada y con capitanías emergentes en Nacho Fernández y el Pity Martínez como laderos de un Franco Armani que llevará la cinta desde el arco. El Pulpo, con 37 años, será el futbolista más añejo de un plantel que en el otro extremo ahora tiene a un Franco Mastantuono con apenas 16 abriles.
Las altas y las bajas de River
El ascenso de una nueva generación de juveniles que promete tener protagonismo durante la temporada combinada con la baja de muchos futbolistas de experiencia arman la ecuación obvia que termina por bajar el promedio de edad: para 2024 se sumaron Subiabre (17 años), Leiva (19), Zabala (20), Mastantuono (16), Ruberto (el delantero, que cumplió 18 el sábado, había subido a Primera en los últimos días del año pasado) y Fonseca (25), como único refuerzo; mientras que se fueron Enzo Pérez (37), Suárez (35), Maidana (38), Zuculini (30), Rondón (34), Mammana (27) y De la Cruz (26).
En cualquier caso, en un análisis más profundo del cociente etario del plantel se desprenderá un problema que no es nuevo y que tampoco es exclusivo de River sino que obedece a la coyuntura económica del fútbol local y a las lógicas de mercado: el CARP casi no tiene futbolistas con edades medianas de la franja de 26 a 28 años, los tramos de plenitud en la curva profesional de cualquier jugador. Sólo tres nombres encajan en ese segmento: Enzo Díaz (28), Ezequiel Centurión (26) y Agustín Palavecino (27).
Por lo demás, en la mixtura entre experiencia y juventud se adivina que en 2024 tendrán un rol clave muchas piernas frescas: Simón, Boselli, Echeverri, Solari, Ruberto y hasta un Colidio que acaba de cumplir 24 años son algunos de los nombres que aparecen subrayados en la proyección anual del cuerpo técnico, que entiende que era necesario un refresh. El ejemplo de la Selección, con la renovación que hizo de arranque Scaloni y la influencia decisiva de sangre joven para ganar el Mundial de Qatar (Enzo Fernández, Alexis MacAllister, Julián Álvarez), es un caso de éxito que no pasó por alto en la mirada del mismo Demichelis. Un Demichelis que buscó empezar una transición post eliminación de la Copa ante Inter que terminó ralentizando para capear un frente interno autoprovocado. Ahora la cosa cambió: años nuevos, vida nueva.