Las despedidas no siempre son esos dolores dulces. En el caso de River, al menos, las papilas gustativas las van a percibir distintas según el resultado del partido de este viernes en el que el equipo se juega mucho ante Rosario Central por el Trofeo de Campeones en Santiago del Estero. Será una final, pero además será el final para el ciclo de muchos jugadores de mucho peso por diversos motivos. Aún sin un anuncio oficial, es un hecho que se irá el máximo ídolo de la última década. Se irá también una leyenda de esta etapa de gloria. Se irá el MVP del equipo. Se irá el goleador. Se irán más futbolistas y otros tendrán posibilidades de hacerlo: el del viernes será un partido que en términos gráficos será inevitablemente un vértice para un postergado cambio de era dentro de lo que ya suponía un nuevo comienzo desde la salida de Gallardo a fines del año pasado. En términos futbolísticos y simbólicos las despedidas de Enzo Pérez y Nicolás de la Cruz son las más pesadas.
El capitán probablemente comunique el mismo viernes lo que hasta acá es un secreto a voces desde hace meses: pasada la mitad del año el mendocino frenó la renovación de su contrato porque entendió que a poco de cumplir 38 años su paso por el club de sus amores iba llegando a su fin. Fueron elocuentes, en ese sentido, los gestos más que las palabras: con Huracán, en el partido final del equipo en el Monumental en 2023, no sólo tuvo un ida y vuelta con la gente con sabor a adiós sino que llevó al campo a su familia para sacarse una foto que se leyó en esa lógica.
Por lo demás, las filtraciones que tensaron la relación del vestuario pero particularmente la suya con el propio Demichelis en el día a día post eliminación de la Copa fueron un punto para ratificar una postura que salvo un giro inesperado de último momento está firme: Enzo, así, se despediría en Santiago del Estero por el Trofeo de Campeones, exactamente igual que su antecesor de cinta, Leonardo Ponzio, que se fue tras la goleada a Colón que le sumó a la era Gallardo su última estrella.
A partir de Enzo, el desarme tendrá otros nombres y el que más afectará al funcionamiento sin dudas es el de De la Cruz: el tándem de la mitad entre el líder y el uruguayo tendrá su última función contra RC: con un pase al Flamengo que está conceptualmente hecho según tres de las cuatro patas de la mesa de esta historia, se advierte inexorable que el viernes se despedirá de la Banda la gran figura de este tiempo y acaso el volante más valioso del fútbol local. Sin contar a una leyenda como Jonatan Maidana que no renovará su vínculo por su propia voluntad (aún no decidió si se retira o si, promediando sus 38 años, juega un tiempo más), la otra baja de peso que tendrá River tras este compromiso final es la de Salomón Rondón: el venezolano dio aviso en las últimas horas al cuerpo técnico y a la CD que su deseo es dejar el club en este mercado por no haberse podido adaptar (ni él ni su familia) al país.
River y un operativo reducción que es necesario
Claro, River buscará una compensación para recuperar la inversión que hizo en SR y en ese sentido la opción más viable que hoy evalúa presentar el entorno del delantero es una propuesta del Grupo Pachuca, que podría devolverlo a España para jugar en el Real Oviedo, uno de los clubes cuyas acciones mayoritarias maneja holding mexicano. Por lo demás, y a la espera de negociaciones aún no resueltas por las renovaciones de Zuculini y Matías Suárez, la segura salida de un Mammana que jugó tanto o menos que ellos en todo el semestre y al que también se le vence el vínculo podría arrastrar la de otros futbolistas con pocos minutos que dependerán de la mano del mercado.
Casos como los de Palavecino, Herrera o David Martínez pueden entrar en esa lógica por la que el club acepta que debe seguir reduciendo un plantel que hoy quedó muy largo con un staff de 32 profesionales desde la promoción de Agustín Ruberto. Claro que el libro de pases podría presentar otras posibilidades de venta: además de la situación de González Pirez con la intención manifiesta del Inter Miami de recuperarlo (si River, como se da por descontado, antes hace uso de su casi simbólica opción de compra), hombres importantes de la estructura como Paulo Díaz (sondeado este semestre desde el Betis), Solari o Barco son futbolistas que tienen mercados abiertos en Europa. Sí, se viene una final. Y también el final para muchos. Que las despedidas sean dulces dependerá del propio River.