Aprendió a jugar en Platense, donde debutó en 1987 y estuvo hasta 1992. Luego se fue al Sporting Gijón de España y al Necaxa de México para en volver al fútbol argentino y seguir rompiendo redes en Rosario Central, en dos períodos: primero en la 94 /95 y luego en la 96/97. La final de la Copa de la Liga de hoy entre el Calamar y el Canalla no va a ser una más para Darío Scotto, aquel 9 goleador que jugó en Boca con el Diego y se retiró en 2003 en el Aurora de Bolivia: «Platense fue mi casa y es un club que me dio todo porque salí y me crié ahí. Con Central me pasa exactamente lo mismo, porque allí pasé unos cuatro años divinos de mi carrera”.
Partido de sentimientos encontrados
-Para vos, entonces, debe ser muy especial este partido de hoy, ¿cómo lo vivís?
-Estoy muy feliz de que los dos hayan llegado a la final porque eso demuestra que fueron dos equipos que tuvieron un muy buen torneo, pero a su vez tengo sentimientos encontrados. Es difícil querer que salgan campeón los dos. La realidad es que estaré feliz por uno, pero triste por el otro. Es inevitable.
-¿Tus mejores años fueron en Platense y Central?
-Sí y no. Creo que tuve muy buenos momentos en los dos equipos pero también me ha ido muy bien en España, Boca y en todos los equipos, gracias a Dios. En Platense tuve mi explosión y en Central también tuve muy buenos años. A Rosario la amo, es una ciudad que eligiría para vivir porque me siento muy cómodo.
-¿Hay un favorito para hoy?
-Central es un equipo que contraataca muy bien y encuentra la velocidad a través de Campaz, para poder hacer daño. Platense tiene un juego parecido, al margen de que Martín hizo malabares y milagros para poder conseguir lo que consiguió. Hizo un trabajo formidable y armó de un equipo sin figuras a uno finalista.
Scotto cuenta que la gente de Platense lo invitó a la final de esta noche en Santiago, pero que no podrá ir. Claro, el ex goleador está en los Emiratos Árabes, donde fue a pasar las Fiestas con su hijo Iker, de 21 años, jugador del Dubai City, equipo de la Primera del país árabe. Hoy, Scotto trabaja de panelista en TyC Sports y tiene una pinturería en el Mercado Central.
Su pelea con Miguel Ángel Russo
Cuando jugaba en Central, vivió un momento difícil con Miguel Ángel Russo. Así lo relató en marzo del año pasado: “Nosotros jugábamos contra Boca ese día y en la charla técnica un minuto antes de salir a la cancha me sacó. Yo había sido toda la semana titular, pateaba los tiros libres, todo. Y me sacó. Terminó el partido, yo me tenía que quedar en Buenos Aires y me dijo: ‘Vos mañana entrenás también’. No hay problema, llego el otro día el entrenamiento, me estoy vendando y viene el profe y me dice ‘Darío, quiere hablar con vos el técnico’. Hasta ahí nada, entro al vestuario… Yo había hablado con el periodismo de por qué no jugaba y decía: ‘No tengo nada que ver, pregúntenle al técnico’. Llego al vestuario y estaba esperando canchero, cruzado de piernas y me dice: ‘¿Tenés algún problema vos conmigo?’. Y le digo: ‘No, no tengo ningún problema pero parate que lo arreglamos los dos acá’. ‘No, no, yo decía si tenías algún problema conmigo’. Termina la discusión, le digo: ‘Me voy de acá, hablo con los dirigentes’. Me dijo: ‘No vengas en 15 días con el caballo cansado a pedir disculpas’. Le dije que no había ningún problema y si tenía que dejar el fútbol, lo hacía. Me llevé todo del vestuario, lo cargué en el auto, el presidente me dijo: ‘¿Querés que me maten, estás loco?’. Me levanté y me fui. No se enteró nadie”.
-¿Quedó bronca de aquella discusión?
-La realidad es que esto es algo que queda en el pasado. Ya fue. Hoy Platense y Central están en una final y todo es una fiesta. Pasaron muchos años de aquel suceso. Nunca más lo volví a ver a Miguel y lo que pasó, lo considero como una anécdota de la vida. Pero no me sentaría a tomar un café con él, porque somos dos personas completamente distintas y no vale la pena.
-¿Qué te parece la campaña que hizo Russo?
-Russo en Rosario parece otro técnico. Los colores le sientan muy bien y por eso es uno de los más ganadores de la historia de Rosario Central, nunca perdió un clásico… Un fenómeno que hizo mucho mérito para poder llevar a Central a esta final.
Su pasado en el Boca de Maradona
Scotto se dio un gustazo: jugar en el Boca del Diego. Y tiene un recuerdo imborrable: el 7 de octubre de 1995 ante Colón marcó, casi sobre el final, el gol del triunfo que hizo estallar a la Bombonera en la tarde del regreso del Diego al Xeneize. Ahí lo apodaron el Bombero.
-¿Y quién será el Bombero de la final de hoy?
-Campaz y Martínez. A lo mejor se destapa Pellegrino y puede hacer algún gol. Creo que Central maneja mejor la pelota parada que Platense, tiene más cabeceadores y puede ser una forma de abrir el marcador. Va a ser un lindo partido y me hubiese encantado poder estar en el estadio para ser testigo de la final.