El incidente se produjo a unos 100 metros del portón de salida del estadio y fue directo contra el ómnibus con los jugadores de Boca, quienes se asustaron de manera lógica pero -por suerte- no sufrieron ningún tipo de lesión producto de los proyectiles.
En ese momento, alrededor de un< hora y media después de finalizado el clásico que cerró la fecha 12 de la Copa de la Liga, pocos hinchas quedaban en las inmediaciones de la cancha de San Lorenzo, pero de todas formas -y a pesar de la custodia policial- el micro de Boca fue víctima de los piedrazos.