Ser o no Cerebro: el desafío de Nacho Fernández en River

Como explicó la deportóloga y neurocientífica Sandra Rossi, la mujer que sumó Marcelo Gallardo a su cuerpo técnico y hoy es parte del staff profesional de River, el cerebro necesita tiempo de descanso para “repararse y ponerse a punto” cada día. Justamente, Nacho Fernández parece estar atravesando ese proceso, aunque durante un período que se extendió demasiado.

El talentoso volante que Gallardo bautizó en su momento como el Cerebro del equipo claramente perdió lucidez en los últimos partidos del River de Demichelis y su merma de rendimiento redujo la generación de juego colectivo. Es más, el zurdo de 33 años y referente del plantel al que el entrenador ni se le ocurría sacar del 11 en el primer semestre del año, hoy está en un nivel que podría colocarlo como reemplazable. Porque suma ocho partidos consecutivos como titular sin convertir (en la LPF 2023 metió cinco) y con escasa participación en los goles de River. Porque es inminente el regreso de De la Cruz, porque Aliendro va recuperando su mejor versión, porque Lanzini muestra una evolución constante hasta como interno y porque Barco es el creativo más desequilibrante del CARP.

Nacho es consciente de su presente y lo dejó en evidencia con sus gestos (de fastidio e impotencia) cuando fue reemplazado ante Gimnasia. Da la sensación de que le cuesta encontrar su ubicación en la cancha para no superponerse con DLC (o Aliendro) y Lanzini en los primeros pases de los ataques y que tampoco se está sintiendo cómodo cuando queda como mediapunta junto a Borja o Rondón. Como si estuviera necesitando mayor participación en la elaboración inicial para recuperar su esencia de organizador, de Cerebro, sin la vorágine de moverse cerca del área o quedar limitado sobre las bandas.

En este punto, precisamente, también se produce un choque con Lanzini, ya que al 10 le sucede algo similar: necesita el espacio, panorama y tiempo que tiene cuando juega como interior junto a Enzo. Es la posición en la que jugaba en West Ham y en la que Demichelis lo viene utilizando en los ST en los últimos partidos por la ausencia de DLC, el dueño del puesto. Así, esta versión de Nacho tendrá que competir con el uruguayo, con Manu y con Aliendro para repartirse los tres puestos en disputa en el mediocampo, ya que el capitán es intocable y Barco tiene otras características: su competencia podría ser con el Pity en mediano plazo.

Mientras, el zurdo por el que River invirtió alrededor de tres millones de dólares y que tiene contrato hasta diciembre de 2025 ya está realizando y proyectando actividades por fuera del fútbol, como el lanzamiento de su propia marca de ropa o la promoción de productos para bebés en su Instagram, algo que provocó cargadas en la intimidad del vestuario. Ahí, en el núcleo del grupo es donde NF tendría que cumplir un rol aún más fundamental en 2024, ya sin Enzo Pérez ni Maidana. Aunque, por lo pronto, deberá recuperar su nivel, para que el “andá a decirle vos a Nacho que sale” que pronunció inoportunamente Demichelis no vuelva a caer por su propio peso.