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Barcelona viaja a París esta noche soñando con otra remontada. Una de sus mejores noches europeas ocurrió contra el Paris Saint-Germain en 2017, cuando regresaron de perder el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones para avanzar en el global. Mucho ha cambiado desde entonces, pero los gigantes catalanes se han encontrado en una situación similar.
Barcelona perdió el partido de ida 4-1 en el Camp Nou el mes pasado, con Kylian Mbappé anotando un ‘hat-trick’. El PSG parecía personificar velocidad, inteligencia y agresión, todo lo que le faltaba al Barcelona. Sin embargo, los hombres de Ronald Koeman han estado en una buena forma desde que lograron otra remontada contra el Sevilla para clasificar a la final de la Copa del Rey y, al mismo tiempo, regresar a la carrera por la Liga.
En medio de esta actitud, se detuvieron en el Parque de los Príncipes. El Barcelona también comenzó bien, acribillando a Keylor Navas en la portería del PSG en busca de ese decisivo abridor. Ousmane Dembele, jugando en su país de origen, era una amenaza constante, pero fue Sergino Dest quien se acercó a las primeras puertas. El lateral derecho remató a puerta en el travesaño por Navas en el minuto 23.
Sin embargo, Mbappé fue quien abrió el marcador, convirtiendo un tiro penal en el medio tiempo para poner al PSG en una ventaja temprana potencialmente fundamental. El Barcelona contraatacó a través de una fuente familiar, un golazo de Lionel Messi. El argentino recogió el balón a cierta distancia antes de desatar un potente esfuerzo que superó a Navas y entró en la esquina superior izquierda de la red. Messi tuvo la oportunidad de hacer el 2-1 justo antes del descanso, pero su penalti fue lanzado al larguero por Navas y se mantuvo fuera.
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