Reynoso es un técnico cuyo pensamiento es construir una defensa eficaz para que a partir de entonces lo demás funcione. Esa filosofía es válida en el fútbol; pero el problema de Juan es que su defensa no funciona como tal. Y no me refiero al rendimiento de los jugadores en esa posición, sino a la estructura que ofrece, al bloque que intenta plasmar en la cancha. Para una selección con las características de Perú, la mejor defensa siempre será tener el balón; es decir, que el rival no la toque, crear sociedades con futbolistas de buen pie (que de por sí ya tenemos) y encontrarse en el campo, tal y como Paolo Guerrero lo dijo luego de la derrota con Chile. Cuando se vuelva a hacer esto, porque era lo que hacíamos hace unos años, recién allí tocará pensar en ser eficaces en ataque. ¿Qué nos queda? Pues, esperar a que el DT se dé cuenta pronto.
Hay que entender que Reynoso es un técnico distinto a Ricardo Gareca, pero ambos comparten más de una similitud: asumieron una selección complicada, con el universo de jugadores reducido y en el que la escasez de recursos acompaña el proceso. En la bicolor, los insumos son los mismos; sin embargo, lo que diferencia a ambos, más allá de los estilos, son sus decisiones. Al ‘Tigre’ también lo quisieron sacar cuando perdimos contra Chile en Lima, camino a Rusia 2018. Después, se ganó el crédito de todos justificadamente y le perdonaron que solo haya sumado un punto de 15 posibles rumbo a Qatar 2022. Ricardo había logrado la hazaña, con tropiezos, correcciones y aciertos en el camino. Le agarró la manija al equipo y los jugadores creyeron en su idea. Los convenció, los hizo mejores. Y él aprendió.
Pero con Reynoso sucede otra cosa: trabaja con el mismo grupo de jugadores, su mensaje todavía no llega y no tiene el crédito de Gareca. También perdió contra Chile, al igual que el ‘Tigre’, y piden su cabeza como lo hicieron con su antecesor. Su reto, entonces, está en girar el timón y volver al camino. Es cuestión de que Juan plasme su trabajo de seleccionador cuidando aquello que ya se avanzó. Y para eso, es necesario conocer a su propio equipo, lo que posee y lo que puede dar. Decidir mejor antes, durante y después. El tiempo lo tiene, lo que no tiene es la popularidad de Ricardo, pero sí la capacidad de solucionar los problemas. Es clave, entonces, agarrarle la manija a los suyos y evitar experimentos que no ofrecen solución.
Dentro del universo de Reynoso hay jugadores jóvenes con ganar de comerse al mundo y jugadores experimentados que facilitan la adaptación de los más chicos. ¿Por qué jugar sin tomar riesgos cuando en el fútbol quien toma riesgos es el que gana? Reynoso es un técnico capaz y tiene que echar mano de todo lo que tiene a su alcance. No puede guardarse nada, porque no tenemos nada para guardar. En las Eliminatorias hay que ponerlo todo y si jugadores como Bryan Reyna, Piero Quispe, Joao Grimaldo, Jairo Concha, Oliver Sonne, entre otros más, son alternativas de solución, lo ideal sería optar por ellas. Volver a la esencia de lo que somos para competir desde esa tribuna.
El camino de la clasificación al Mundial es largo, pero tiene que cambiar lo que hemos mostrado hasta ahora. No podemos ser un equipo inoperante; al contrario, hay que salir a proponer dentro de nuestras limitaciones. No somos una potencia, pero demostramos que somos capaces de competir contra el resto de rivales. Y lograrlo es difícil. Gareca hizo mucho con poco y ahora le toca a Reynoso hacer lo mismo. Si defender bien es su estilo, hay que hacerlo con la pelota de nuestro lado.
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