La llegada de Carlos Tevez a Independiente hizo que se produjera un cambio en la imagen del club, que pasó de estar en puestos de descenso a tomar aire en la lucha por la permanencia y hasta ser el líder de la Zona A de la Copa de la Liga Profesional. La transformación que se produjo llevó a que los ánimos, que estaban caldeados, bajaran considerablemente: el foco dejó de estar en la dirigencia y se puso en el aspecto deportivo. Sin embargo, a pocos días para cumplirse un año de la nueva gestión, Néstor Grindetti y compañía están a punto de tratar el primer balance.
Este lunes se cumplió en primer aniversario del triunfo de Unidad Independiente ante Hugo Moyano. En ese entonces, Fabián Doman finalizaba con ocho años de mandato del líder camionero, la cual dejó varias complicaciones económicas por deudas, juicios e irregularidades que continúan afectando al Rojo. Hoy, ya sin el periodista al frente del club (renunció en abril de este año por diferencias con el resto de la CD), la faceta financiera viene mejorando aunque lejos está de ser solucionada.
El tesorero Christian Urreli explicó que hubo una reducción “significativa” de la “monstruosa deuda” que hay y adelantó algunos de los rasgos que se presentarán en poco tiempo. “Se trata de un balance de gestión mixta, en el que unos tres meses corresponden a la gestión anterior, y el resto a la actual. Por primera vez en muchos años, el club baja sus deudas, a fuerza de ir cumpliendo con los compromisos generados, el balance a aprobar por Asamblea arrojará una disminución del pasivo en el orden del 25%”.
Según le indicaron a Olé, el pasivo de Independiente disminuiría cerca de 10 millones de dólares y se establecería en alrededor de 27 millones. “Cuando llegamos, los jugadores profesionales llevaban algunos meses sin cobrar, los empleados tenían incertidumbre respecto de cómo cobrarían sus sueldos, había deudas de todo tipo que por alguna razón no todos exigían a la gestión anterior y pronto comenzaron a llegar reclamos sin parar”, señaló Urreli.
Desde la dirigencia apuntan al aporte de los hinchas y al ordenamiento administrativo como los puntos fundamentales para la disminución del pasivo. Por un lado, una de las primeras medidas de la gestión se basó en una campaña de socios, que llevó al récord de 130.000, sumado a los aportes de abonos y el acompañamiento de los fanas tanto en la cancha como en la colectiva que incentivó Santiago Maratea para pagar parte de la deuda con el América de México, que era la que más aquejaba. Por el otro, la revalorización del contrato de la indumentaria del club, el cual está en 3 millones de dólares anuales.
Al respecto, Urreli destacó lo realizado hasta el momento: “Logramos poner los sueldos al día y nos fuimos sentando uno por uno con los proveedores, el mensaje era que queríamos cumplir, pero dentro de las condiciones que podía asumir realmente Independiente. Uno de los casos fue Boca por la deuda con Pablo Pérez. Al llegar, con la caja vacía y deudas, no podíamos afrontarla, así que les expusimos la situación e hicimos el compromiso de pago detallado”.
“Desde nuestra llegada, se levantaron nueve inhibiciones y se fueron pagando y acordando planes cancelatorios que resultaron en unos 8 millones de dólares destinados a cancelar deudas contraídas por la gestión anterior que no fueron pagadas, entre los que se encuentra, además del mencionado Club América, Defensor Sporting, Club Barrio Obrero también de Uruguay, Pablo Hernández, Imagine Sports (Gaibor), Juve Stabia y Pescara de Italia (Edgard Elizalde), Vélez Sarfield (Lucas Romero), Aldosivi (Cristian Chávez), Boca Juniors y San José Country Club por Pablo Pérez”, añadió.
Además de las deudas deportivas, Independiente acordó los problemas a nivel impositivo y sindical, al mismo tiempo que se continúa afrontando el Caso Verón. Los abogados del club lograron que la causa pasara a la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires y luego que ésta devolviera el caso a los Tribunales de Avellaneda para que vuelva a revisarlo.