La estadística top de Paulo Díaz que no se daba ¡hace 10 años!

Justo a tiempo. Si bien Martín Demichelis tendrá bastante trabajo desde el martes, cuando el plantel vuelva a los entrenamientos, para recuperar el vuelo futbolístico que el equipo fue perdiendo, lo cierto es que en estos últimos dos partidos sumó una certeza más que importante: cuando la defensa era uno de los puntos más flojos de este River que poco se parece al campeón del torneo pasado, Paulo Díaz volvió a demostrar las razones por las que deja el país en cada fecha FIFA y retomó su nivel top. Sí, una gran noticia teniendo en cuenta que el domingo se viene Boca…

Y para jugar los superclásicos, se sabe, la defensa es fundamental. Por eso el DT sonríe: más allá de que aún «hay que revisar el mecanismo y el funcionamiento para corregir errores» -tal como admitió post 1-1 vs. Banfield-, tener al chileno en modo figura potencia a sus compañeros y eleva la seguridad otorgada por la dupla con Ramiro Funes Mori. De hecho, si no fue el MVP contra Atlético Tucumán y Banfield fue porque, en el primero, Salomón Rondón metió el gol agónico del triunfo y, en el segundo, Franco Armani tuvo cinco atajadas determinantes para evitar la caída.

Pero los méritos de Díaz fueron notables y quedaron de manifiesto en el Sur: concentrado y ágil en las coberturas, se mostró muy sólido en la marca y tuvo apariciones de calidad para resguardar el arco. Y eso se vio reflejado directamente en las estadísticas, dentro de las cuales una fue increíble: sumó ¡22 despejes!, algo que no se daba en el fútbol argentino desde septiembre del 2013, cuando Jonathan Ferrari alcanzó el mismo número en un All Boys-Racing. Más todavía teniendo en cuenta que promediaba nueve en esta Copa de la LPF y tenía cuatro de media el semestre pasado.

Un muro, sí. Pero ése no fue el único rubro en el que se destacó. Con dos disparos bloqueados y la misma cantidad de intercepciones, Paulo Díaz ganó ocho de los nueve duelos aéreos que disputó, cifra también por encima de los 4,3 por juego que promediaba en este campeonato y de los 2,2 del pasado. Y no es menor, más allá del número en sí mismo: gracias a su gran efectividad de cabeza, River pudo bajar los goles recibidos de pelota parada, un karma a lo largo de este 2023 y que complicó al equipo en momentos clave.

De hecho, Demichelis remarcó esto último post empate contra Banfield: «Nos tiraron 15 corners, algo en lo que teníamos una debilidad muy grande, pero los defendimos. Igual, hay que seguir trabajando», explicó. En un punto en el que Boca se hace fuerte, qué mejor que recuperar la confianza ahí.

Sobre todo, con un central que en la última semana volvió al 11 inicial luego de su esguince de rodilla derecha que lo había marginado del inicio del semestre, que completó en buena forma los 270′ entre Arsenal, Atlético Tucumán y Banfield y que está con confianza no solo para defender sino para atacar: el jueves pasado, en el gol polémico que le anularon, había recuperado la pelota, tocado y pasado al área para definir.

Sí, sonríe Demichelis: tener a Paulo Díaz en modo top es un notición…