Se cierran todos los cercos sobre la figura de Luis Rubiales, el cuestionado presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
En su última alocución no solo culpó a Jenni Hermoso de haber provocado el beso que encendió una polémica mundial, sino que aseguró que, pese a la presión, «no voy a dimitir».
Pero ese alcance deportivo de la situación puede no ser el único pues, según el diario ABC, el dirigente podría enfrentar cargos por un posible abuso sexual.
«La Fiscalía de Madrid ha derivado a la Audiencia Nacional las denuncias contra Luis Rubiales presentadas contra el presidente de la Federación de Fútbol por un presunto delito de agresión sexual por el beso no consentido a Jenni Hermoso en la final del Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda», dijo el diario español.
«La Fiscalía considera que los hechos denunciados «podrían ser, en su caso, constitutivos de un delito de agresión sexual» y que la competencia para investigar sería de la Audiencia Nacional por haber tenido lugar en el extranjero y ser el denunciado de nacionalidad española», añadió.
Así las cosas, la dimisión podría ser una consecuencia ineludible y no una elección, como ha ocurrido este viernes. Futbolistas, hombres y mujeres, han manifestado su respaldo a Hermoso y la crítica española en general no se puede creer la arrogante actitud de Rubiales. Eso, en todo caso, será anécdota si este bochornoso caso se convierte en una causa judicial.